((**Es6.674**)
-Me alegro de no haberme equivocado ((**It6.892**)) porque
al ver un clérigo de aspecto jovial, respetuoso y
sencillo, nunca me he equivocado pensando que era
de los de don Bosco, y al detenerlo y
preguntárselo, siempre obtuve contestación
afirmativa.
Este canónigo era un gran admirador de don
Bosco.
<>-Si el sacarme un retrato fuera útil para la
salvación de las almas, entonces sí; en caso
contrario, no hace falta>>.
Así lo cuenta Ruffino, el cual añade en su
crónica: <>El día 29 de abril, lunes, empiezan los
ejercicios espirituales a las tres de la tarde,
predicados por el reverendo Ciattino, párroco de
Maretto, que habla con estilo muy agradable y
siempre sonriente. Un joven hizo el propósito de
no hablar durante todo el tiempo de los ejercicios
y lo cumplió. Terminarán el día 2 de mayo.
>>Antes de los ejercicios espirituales don
Bosco mandó llamar a los jóvenes Francisco
Ghivarello y José Dalmazzo, que estaban en sus
pueblos, para que viniesen a casa a tomar parte en
estos días de retiro espiritual. Vinieron y ya no
quisieron volver a sus casas.
>>Por la noche del 28 de abril dijo don Bosco a
los jóvenes: -Ahora comenzamos los Ejercicios para
echar muy lejos de nosotros al demonio. En general
ya no puede ((**It6.893**)) estar
el demonio con ninguno de la casa, porque todos lo
echan. Sin embargo, hay unos pocos, tras de los
cuales puede esconderse; no delante, pero sí a sus
espaldas.
>>Durante los dos días de ejercicios don Bosco
confesó casi siempre unas seis horas seguidas por
la tarde, y tres o cuatro por la mañana.
>>En el último sermón del día primero de mayo,
el predicador bendijo a los jóvenes, después de
implorar las bendiciones de Dios sobre el Rey, los
Senadores, el Parlamento, etc., para que sean
siempre fuertes en la paz y en la guerra. Pero
cuando intentó tomar el crucifijo del púlpito para
dar la bendición acostumbrada, no pudo sacarlo.
Hizo entonces una llamada a los pecadores, que
todavía se resistían
(**Es6.674**))
<Anterior: 6. 673><Siguiente: 6. 675>