((**Es6.651**)
Bosco, los hechos extraordinarios que sucedieron y
admiramos constantemente, su singular manera de
conducir a los muchachos por los arduos caminos de
la virtud, los grandes planes que manifiesta estar
meditando para el porvenir, nos revelan en él algo
sobrenatural y nos hacen presagiar días más
gloriosos para él y para el Oratorio. Todo esto
nos impone un estrecho deber de gratitud, la
obligación de impedir que nada de lo que pertenece
a don Bosco caiga en el olvido y hacer todo cuanto
está en nuestras manos para perpetuar su recuerdo,
para que brille algún día como faro luminoso, que
alumbre al mundo en favor de la juventud. Este es
el fin que se propone la Comisión que hoy
establecemos. Consta de los miembros siguientes:
don Víctor Alasonatti, don Miguel Rúa, don Angel
Savio, don Juan Turchi, el caballero Federico
Oreglia di Santo Stefano, el clérigo Cagliero, los
clérigos Francesia, Durando, Anfossi, Provera,
Bonetti, Ghivarello y Ruffino.
>>En la primera sesión se designó a tres, como
principales secretarios anotadores de los hechos:
los clérigos Ghivarello, Bonetti y Ruffino.
>>En la segunda sesión, tenida el 3 de marzo, y
estando ausentes Cagliero, Anfossi y Durando, se
votaron los cargos de presidente, vicepresidente y
secretario de la Comisión. Fueron elegidos para
ellos, primero, don Miguel Rúa; segundo, don Juan
Turchi; y tercero, don Domingo Ruffino. Leyóse en
esta sesión algo de lo ya escrito, a saber, el
sueño de don Bosco del 28 de diciembre; todos
convinieron en lo esencial y determinaron buscar
aclaraciones sobre algunos detalles accidentales.
Se levantó la sesión y se convocó la tercera para
el primero de abril. Firmado: Miguel Rúa,
sacerdote.
>>1.° de abril. La sesión comenzó a las dos de
la tarde, estando presentes ocho miembros. Se leyó
el acta de la anterior sesión y ((**It6.863**)) fue
aprobada. Se leyeron algunos párrafos de varias
cosas sucedidas el 3 de enero y el 10 de febrero,
a saber, la profecía con ocasión de la recitación
del Nuevo Testamento, la curación de Rebuffo, las
picardías enseñadas por don Bosco. Todo ello fue
aprobado. Se levantó la sesión y se fijó la cuarta
para el sábado siguiente, después de cenar.
>>8 de abril. Abierta la sesión, a las dos y
media de la tarde, y estando presentes trece
miembros, se leyó la primera parte del sueño del
3, 4 y 5 de abril, y fue aprobada con algunas
correcciones y añadiduras, que se introdujeron. Se
determinó rogar al teólogo Borel que nos
proporcionara noticias de don Bosco tocante a los
principios del Oratorio.
(**Es6.651**))
<Anterior: 6. 650><Siguiente: 6. 652>