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((**Es6.637**) de san Pablo ante los numerosos turineses que acudieron a tomar parte en aquellas funciones: ``La piedad es útil para todo, pues tiene las promesas de la vida presente y la futura''.>> El lunes, día 4 de febrero, salía don Bosco de Turín para ir a predicar los ejercicios espirituales en el seminario de Bérgamo, invitado por monseñor Speranza. Fue encargado de acompañarlo, de su habitación al púlpito, el seminarista Locatelli, que más tarde fue vicario de san Alejandro, iglesia aneja a la Catedral; y éste nos refirió los efectos de la sencilla e incomparable elocuencia de don Bosco y cómo cortó a la mitad el sermón sobre el infierno por la emoción que le impedía hablar y los sollozos que no podía frenar. Fue enorme la impresión que produjo en los oyentes. <>-Ayer martes hizo el demonio su ``agosto'' entre los muchachos del Oratorio y temo que hoy haga el resto. >>Mientras escribía vio a los dos alumnos del Oratorio, Jarach y Parigi, que en aquel mismo momento le escribían un papelito y después corrían uno tras otro por el patio. Don Bosco terminó su carta enviando sus recuerdos para Jarach y Parigi. >>Estaba cenando aquella noche con los superiores del Seminario y, como tenía ganas de reír y hacer reír, les dijo: ((**It6.844**)) >>-Mientras escribía esta tarde a casa, he visto a dos de mis alumnos del Oratorio que me escribían. >>-Cómo puede ser esto?, exclamaron riendo aquellos superiores. >>-íPues mañana verán si es verdad o no! >>Al día siguiente, jueves, día en que don Víctor Alasonatti recibía la carta, mientras en el Seminario de Bérgamo estaban todos comiendo, he aquí que un empleado entregó el correo para don Bosco. >>-íHe aquí, dijo, una carta para don Bosco, procedente de Turín! >>Don Bosco la abrió y sacó del sobre dos papelitos escritos por Jarach y Parigi. Los superiores se miraron unos a otros extrañados, y don Bosco se reía de su extrañeza. >>Aquella misma noche leía don Víctor Alasonatti públicamente en el locutorio la carta de don Bosco, que causó en los alumnos dolorosa sorpresa. Y, sin embargo, don Bosco daba la noticia de un hecho real. (**Es6.637**))
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