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público no lo diré nunca; hay con todo muchas
otras que no puedo decirlas ni en privado>>.
Este mismo día 13 dijo don Bosco después de las
oraciones:
-<>La segunda noche hablamos sobre diversos
temas de moral, también relacionados con casos de
conciencia referentes a jóvenes del Oratorio.
>>La tercera noche se trataron casos prácticos,
por los cuales conocí el estado moral de cada
joven en particular.
>>El primer día no quise hacer caso del sueño
porque el Señor nos lo prohíbe en la Sagrada
Escritura. Pero, en estos días pasados, después de
haber hecho algunas experiencias, tras haber
hablado con varios jóvenes en particular y de
haberles expuesto las cosas tal y como las vi, y
de que ellos me asegurasen que todo era como yo
les decía, ya no pude seguir dudando, llegando a
la convicción de que se trataba de una gracia
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extraordinaria que el Señor concede a todos los
hijos del Oratorio.
>>Por eso me encuentro en la obligación de
deciros que el Señor os llama y os hace sentir su
voz y íay de aquéllos que cierren los oídos a sus
reclamos!
>>Don José Cafasso, pues, hizo entrar a todos
en una sala y a todos proporcionó un pliego.
Algunos tenían sus cuentas ajustadas por completo.
Otros nada más que los números, pero les faltaba
por hacer la suma.
>>-Y aceptaron todos el pliego que se les
ofrecía?
-No, porque muchos se habían quedado fuera,
recostados en las yacijas de paja, otros sentados
en los escaños; quienes tendidos por el suelo o
echados sobre el fango: algunos estaban tan
cubiertos de heridas y de llagas que causaban
repugnancia.
>>Los que recibieron el papel, salieron a hacer
recreo, pero no todos jugaban, pues muchos de
ellos tenían los ojos rodeados de una niebla que
les impedía ver claro; otros los tenían vendados,
no faltando quienes mostraban el corazón
carcomido.
>>Los que tenían sus cuentas ajustadas
representan a los de conciencia recta.
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