((**Es6.621**)
le eran desconocidos, encontraba en ellos y ponía
de manifiesto culpas en las que no habían reparado
o que pretendían ocultar.
>>Finalmente haré observar que, además del
estado de las conciencias, don Bosco anunciaba en
los sueños cosas que era imposible conocer
naturalmente con sólo los medios humanos; por
ejemplo, la predicción de algunas muertes y de
otros hechos futuros. Por mi parte, a medida que
avanzaba en edad, al considerar estos hechos y
revelaciones de don Bosco, tanto más me convencía
de que estuvo dotado por el Señor del espíritu de
profecía>>.
La tercer reflexión es la nuestra, y es que, de
este sueño, se deduce que don José Cafasso hacía
el papel de juez de todo lo referente a la
religión y a la moralidad; Silvio Pellico
dictaminaba sobre la diligencia en el cumplimiento
de los deberes escolásticos y profesionales, y el
conde Cays, sobre obediencia y disciplina.
En los dulces nos parece descubrir el alimento
de aquéllos que comienzan a andar por los caminos
del Señor; y en la pasta de almendras, a los que
están ya en vía de mayor perfección. De unos y de
otros se podría decir con el salmista: <(**Es6.621**))
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