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que marcharon con Garibaldi, la orden de
incorporación a filas de todos los hombres de los
veinte a los treinta años, dos quintas llamadas en
dos meses hablan por sí mismas y me dispensan de
dar más explicaciones.
Veréis el vino más barato, pero el pan más
caro. Respuesta: -El vino, es decir la sangre
humana, será derramada a buen precio, o sea en
abundancia; dicen algunos, que se acercan a cien
mil los italianos muertos o heridos en el campo de
batalla; éstos, al morir, hacen que se venda caro
el pan, que es el cuerpo humano, pues ahora los
hombres escasean, lo mismo para el servicio
militar que para otros trabajos de la vida. El
gasto de un voluntario que sienta plaza es cuatro
veces mayor que en tiempo normal.
Algunos pueblos quedarán asolados por el
granizo. Respuesta: -Además de los muchos
destrozos, que hizo el granizo en muchos lugares,
está el famoso temporal, que devastó los campos de
manera espantosa, desde Moncalieri a Casale; otro,
de Milán a Brescia.
Un pueblo quedará destruido por el terremoto,
otros asolados por el hielo y la sequía.
Esto sucederá el próximo año.
Pero no penséis que ésta es la entera
explicación de mis profecías; no me conviene hacer
más comentarios. Tal vez ((**It6.808**)) alguien
se reirá de las profecías y de la explicación de
las mismas, y yo me alegro de que mi almanaque
sirva para hacer reír a algunos amigos míos. Pero
yo os aseguro que las profecías y su explicación
son motivo de lágrimas.
Presentimientos para el año
1861
No me conviene decir muchas cosas del año 1861.
Lo que diré será breve, pero claro y positivo. En
el transcurso de este año habrá acontecimientos
tales que el mundo quedará atónito. Pero los
buenos se consolarán porque, después de una
espantosa catástrofe, se dejará de derramar sangre
y comenzará la era de la paz. Los hombres
entregados al mal quedarán pasmados ante
acontecimientos inesperados y casi en contra de
los intereses humanos y se verán obligados a
confesar: dígitus Dei est hic: aquí está el dedo
de Dios. Ante estas palabras, queridos amigos,
querríais hacerme muchas preguntas, que yo
comprendo fácilmente cuáles pueden ser, pero tengo
un candado que me cierra la boca y me obliga a
callar.
Mas, para daros una satisfacción y contentar
vuestro gran deseo de conocer el futuro, os
expondré aquí las célebres predicciones de la
monja de Taggia. Las transcribo tal como existían
y fueron publicadas en el año 1849.
Predicciones de sor Rosa Columba Asdente
-Religiosa Dominica de Taggia.
(Falleció en el monasterio de Santa Catalina el
6 de junio de 1847. Compendio de la relación
fehaciente en la curia episcopal de Ventimiglia y
copiada fielmente en febrero de 1850).
Esta buena religiosa supo, durante el
transcurso de su larga vida, ocultar tan bien su
virtud, bajo ciertas apariencias de locura, que
nada extraordinario se traslucía de ella.
Admirábase su exactitud en el cumplimiento de
todos sus deberes, su espíritu de oración, sus
lágrimas, sus mortificaciones; pero, como
acompañaba muchas de sus obras con algunas
extravagancias, no se hacía caso de ellas y casi
era el hazmerreír de las demás religiosas.
Vivía todavía monseñor Maggioli y predijo al
padre Angel Dania, dominico,
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