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La Santa Madre Iglesia dedica buena parte del
mes de octubre 1 a María Santísima. El primer
domingo está destinado a la Virgen del Rosario en
recuerdo de las innumerables gracias obtenidas y
de los maravillosos prodigios obrados merced a su
intercesión: gracias y favores que la Santísima
Virgen, invocada con este título, concedió a sus
devotos. En el segundo domingo se celebra la
Maternidad de María recordando a los cristianos
que María es nuestra Madre y todos nosotros somos
sus hijos queridos. El tercer domingo, que es hoy,
se celebra su pureza, virtud que la hizo tan
grande ante Dios y que formó de ella la más
hermosa criatura. Como ya hace dos domingos
seguidos que me oís hablar de las glorias de
María, esta tarde, en lugar de hablaros de la
bienaventurada Virgen María, os hablaré de la
bella virtud, demostrándoos en cuánta estimación
la tiene el ((**It6.63**)) mismo
Dios. íQué feliz sería yo si esta tarde pudiese
insinuar en vuestros tiernos corazones el amor a
esta angélica virtud! íPrestadme atención!
Qué es la virtud de la pureza? Dicen los
teólogos que por pureza se entiende odio, aversión
a todo lo que va contra el sexto mandamiento, de
modo que todos, cada uno en su propio estado,
pueden guardar la virtud de la pureza. La pureza
es tan agradable a Dios, que en todo tiempo premió
con los más estupendos prodigios a los que la
guardaron y castigó con los más severos castigos a
los que se entregaron al vicio opuesto. Desde los
primeros tiempos del mundo, a pesar de que los
hombres no se habían multiplicado mucho, pues se
entregaron al desorden, Enoc guardó puro su
corazón a Dios. Por esto no quiso el Señor que
permaneciera entre gente viciosa, y unos ángeles,
enviados por El, arrebataron a Enoc del consorcio
de los nombres y lo trasladaron a un lugar
misterioso, desde donde después de su muerte será
llevado al cielo por Jesucristo.
Sigamos adelante. Los hombres se nabían
multiplicado sobre la tierra; olvidándose de su
Creador, se habían engolfado en los vicios más
abominables: Omnis caro corruperat viam suam.
Indignado Dios por tamaña iniquidad, determinó
arrasar a todo el género humano con un diluvio
universal. Pero salvó a Noé con su mujer y a sus
tres hijos con sus esposas. Por qué esta
preferencia con ellos? Porque guardaron la bella e
inestimable virtud de la pureza.
Demos un paso más. Después del diluvio, los
habitantes de Sodoma y Gomorra se entregaron a
toda suerte de desórdenes. Dios determinó
exterminarlos, no con un diluvio de agua, sino con
un diluvio de fuego. Pero qué hizo antes? Volvió
sus ojos hacia aquellas infelices ciudades y vio
que Lot con su familia se había mantenido
virtuoso. Y enseguida envió un ángel para que
advirtiera a Lot que se alejara de aquellas
ciudades con todos sus familiares. Obedeció Lot, y
tan pronto como salió, un mar de fuego, con
horrendo fragor y relámpagos y truenos, cayó sobre
aquellas míseras ciudades y las hundió con todos
sus habitantes. Lot y su familia estaban a salvo,
pero su mujer, vencida por la curiosidad, se ganó
la indignación de Dios. El ángel había prohidido a
los fugitivos volverse hacia atrás al oír el
fragor del castigo de Dios. Pues bien, la mujer de
Lot cuando oyó aquel estruendo ((**It6.64**)) tan
espantoso, que parecía que todo el infierno iba a
precipitarse en aquel valle, no pudo contenerse de
mirar hacia atrás; y en el instante quedó
transformada en una estatua de sal. Así, aunque
Dios la había salvado de la común destrucción por
su pureza, sin embargo la castigó por la
inmodestia de sus ojos. Con esto quiso Dios
enseñarnos
1 El calendario litúrgico de hoy es así: la
fiesta de la Virgen del Rosario ha quedado como
fija el día siete de octubre; la Maternidad de
María el 1.° de enero y su Pureza, el dieciséis de
octubre. (N. del T.)(**Es6.59**))
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