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poco amigo de estudiar, y de su escasez de
recursos, que no le permitían enviarle a un
colegio para una completa educación e instrucción,
diéronle éstos noticias de cierto sacerdote que
había abierto un hospicio en Valdocco, donde con
pocos gastos los alumnos obtenían buen resultado.
Presentábales el padre la dificultad de que su
hijo no se conformaría con esta determinación,
pero éste, que estaba presente, dijo de pronto:
-Papá, póngame allá y verá como sí que estaré
conforme.
Pero el muchacho, después de reflexionar sobre
su promesa, e impresionado por la inminente
pérdida de su ((**It6.769**))
libertad, al quedar encerrado entre cuatro
paredes, fue a dormir. Aquella noche soñó. Le
pareció que se encontraba en medio de un patio con
unos papeles en las manos; que veía a muchos
chicos aplaudiendo a un sacerdote que estaba en el
balcón de una casa; y que él subía las escaleras e
iba a besar la mano a aquel sacerdote.
Algunos meses después entraba en el Oratorio.
Había olvidado por completo el sueño y con alguna
dificultad se adaptaba a la vida de colegio.
Todavía no había visto a don Bosco, que había
salido de Turín y debía estar ausente unas
semanas. Un día le llamó el profesor de su clase
durante el tiempo de recreo y le entregó un fajo
de papeles para llevarlos a uno de los superiores.
Mientras bajaba las escaleras oyó frenéticos y
prolongados aplausos y corrió al patio,
aplaudiendo y gritando él también: íviva!
Don Bosco, que había vuelto de su viaje, estaba
asomado al balcón. Hacíase realidad el sueño. El
mismo patio, la misma muchedumbre de jóvenes, la
misma casa, el mismo sacerdote que se le había
aparecido; y él con los papeles en la mano. Se
acordó entonces de todos los pormenores del sueño
y, queriendo que se realizara completamente, subió
al balcón y besó la mano a don Bosco. Fue este
beso como una protesta de perpetuo afecto filial,
como él mismo nos afirmaba profundamente
conmovido, ya avanzado en años.
Otro hecho parecido pertenece a estos tiempos.
El mismo a quien le pasó, nos lo describió en los
términos siguientes:
<>-Sé cuerdo, me dijo; aquí ((**It6.770**)) pasarás
tu vida.
>>Me hizo tanta impresión aquel sueño que,
durante varios días, lo recuerdo muy bien, anduve
retirado, devoto y más asiduo a la
(**Es6.580**))
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