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Bosco; le parecía más fácil ver al Papa en su
pueblo que a don Bosco, tan a trasmano pillaba su
comarca.
Fue en seguida a confiar el extraño fenómeno de
la voz que había oído a tres buenos amigos suyos,
los cuales le dijeron:
-El pueblo de L... no dista de aquí más que una
hora y puedes fácilmente resolver esa quimera...
Le pareció bien al joven y al día siguiente fue
a L..., acompañado de uno de los tres amigos.
Como no conocía al párroco, se encaminó a casa
de un viejo capellán, que había sido maestro en su
pueblo, el cual le recibió cordialmente.
Preguntóle si tenía noticias de don Bosco y el
capellán dijo que no, pero añadió que el
arcipreste estaba en relación con el fundador del
Oratorio de Turín. Fue entonces a ver al párroco
y, al decirle que en Turín no había encontrado a
don Bosco en casa, con gran maravilla oyó decir al
párroco:
-Don Bosco estará aquí dentro de ocho días.
Rebosando alegría volvía a su pueblo. Se
encontró con los dos amigos, que salían a su
encuentro, riendo por la supuesta desilusión, y
todavía lejos, le gritaron:
-Con que viene don Bosco?
Y el joven en son de triunfo respondió con su
acompañante:
((**It6.768**)) -íSí,
viene, viene!
La realidad elevó al colmo su estupor. Tan
pronto como llegó don Bosco, se le presentó el
joven. Miróle a la cara el siervo de Dios y le
preguntó:
-Cómo te llamas?
El joven le dijo su nombre, y al fin concluyó:
-Ven conmigo a Turín.
Y él, sin más consideraciones, lo siguió.
Nótese que, ni entonces, ni después, reveló a
nadie más la misteriosa voz que había oído
mientras sonaba la campana matutina. Y, llegado al
Oratorio, encontró allí la Congregación que la
Virgen había preparado también para él, a la
medida de sus inclinaciones, y en ella vive feliz.
Varios jovencitos recibieron una gran
satisfacción y estímulo para hacer el bien con
ciertas fantasías muy consoladoras, que sin
guardar relación alguna con ideas preconcebidas,
se ofrecieron de repente a su imaginación.
Frecuentaba las escuelas públicas un muchacho
de gran talento y feliz memoria. Sujetábase con
dificultad a la disciplina y era negligente en el
cumplimiento de sus deberes. Hablando una tarde su
padre con algunos amigos sobre el comportamiento
de su hijo,
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