Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es6.479**) causa quedara en manos de la divina Providencia, y acudir a medios pacíficos. Con este fin escribió y envió al Ministro de Gobernación, Luis Farini, y al de Instrucción Pública, Terencio Mamiani, una breve exposición en forma de súplica en los siguientes términos. Ilustrísimo Señor Ministro: Ruego con el mayor respeto a V. S. Ilma. tenga la bondad de leer lo que brevemente expongo, referente a la Casa del Oratorio de San Francisco de Sales en Valdocco. El sabado, día 9 de los corrientes, por orden de ese Ministerio, se registraron las aulas, dormitorios, comedor, cocina, despensa, libros contables de entradas y salidas de la Casa, y la procedencia de los medios con se sostiene esta obra. No he logrado saber los motivos que dieron lugar a esta medida gubernativa, pero si V. S. tuviese a bien decírmelos, le aseguro que yo estaría dispuesto a satisfacerla con franqueza y de acuerdo con la verdad, sin molestar a las Autoridades gubernativas y sin causar perjuicio, tal vez irreparable, a la obra de los Oratorios. Con este motivo ruego humildemente tenga a bien persuadirse de que yo: 1. Hace veinte años que estoy en Turín, y he dedicado cada uno de los momentos de mi vida al ministerio sacerdotal en las cárceles, en los hospitales, recorriendo plazas y calles para apartar de los peligros a los niños abandonados y encaminarlos a la moralidad, al ((**It6.638**)) trabajo y los estudios, según su capacidad e inclinación. 2. Siempre he trabajado en el cumplimiento de mi deber sacerdotal, sin percibir, ni pedir recompensa alguna. Es más, he gastado, y lo volvería a hacer de nuevo con mucho gusto, todos mis haberes para construir el edificio actual y sustentar a los muchachos en él albergados. 3. Me he mantenido siempre apartado totalmente de la política; y no me he mezclado, ni a favor, ni en contra de nadie, en las vicisitudes actuales. Al contrario, para cortar de raíz todo asomo de partidos, siempre estuvo y sigue estando prohibido en esta Casa hablar de política en ningún sentido. Por lo tanto, ninguno de esta Casa estuvo jamás suscrito a ningún periódico. Me ha movido a obrar así la persuasión de que, en esas condiciones, un sacerdote puede siempre ejercer el piadoso ministerio sacerdotal de caridad con su prójimo, en todo tiempo y lugar, y con cualquier clase de Gobierno. Pero, a la par que le aseguro haber sido siempre ajeno a la política, puedo con igual franqueza afirmar que nunca he dicho, ni hecho, ni insinuado cosa alguna contra las leyes del Gobierno. 4. Mis escuelas nunca han sido aprobadas legalmente, por ser escuelas de beneficencia. Pero los Delegados Provinciales de Enseñanza, los Inspectores y los mismos ministros de Instrucción Pública han estado siempre informados y dieron su tácita aprobación con visitas personales, asistiendo a los exámenes, como varias veces lo hicieron el caballero Baricco, el inspector Nigra, el caballero Aporti, y otros. Dieron también su aprobación con donativos en dinero y libros, a veces con la dispensa del impuesto y hasta con cartas laudatorias. Me limito a incluir en la presente copia de una de ellas, del Ministro Lanza, en la que elogia y alienta la obra de los Oratorios y de las escuelas anejas. Este favor del Ministro de Instrucción Pública estaba relacionado en parte con dos órdenes, una de la Cámara de los Senadores y la otra de los Diputados, en las que se recomendaba al Gobierno del Rey sostener y promover la obra, tema de la presente. Verdad es que la ley Casati somete la enseñanza a ciertas formalidades, que yo ya había iniciado con aquel ministro, (**Es6.479**))
<Anterior: 6. 478><Siguiente: 6. 480>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com