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fueran bienhechores de don Bosco, incluido el
señor Jefe de Policía y los policías. Si pueden,
ayúdenle ustedes también y tengan la seguridad de
que su caridad quedará muy bien empleada.
((**It6.636**)) Las
bondadosas palabras de aquel buen hombre hicieron
reír a los presentes y un guardia dijo bromeando:
-Se llama Goffi 1, pero habla como un sabio.
Estas persecuciones eran una verdadera
tribulación mas, por disposición de la bondad de
Dios, acarrearon muchas ventajas. Y no fue la
menor de éstas haberse ganado don Bosco y sus
alumnos la simpatía de los buenos, y aun de los
que no andaban muy de acuerdo con él en materia de
religión, pero que pasaban por personas honradas y
amantes de la verdadera libertad.
Los promotores de esta segunda persecución
querían que se mantuviera oculta e impusieron
silencio a los interpelados, pero obtuvieron el
resultado contrario. El hecho corrió como la
pólvora y por doquiera se iba diciendo ser pura
perversidad que un Gobierno, so capa de ley,
pretendiera tener derecho a registrar las casas de
los ciudadanos, haciéndose de este modo odioso a
sí mismo.
Hasta algunos diputados no dudaban en calificar
de abuso de poder aquellas molestias y las
tildaban de acto ilegal e impolítico: ilegal, por
ser contrario a la Constitución; e impolítico, por
ser perpetrado con perjuicio de una institución
que proporcionaba techo, pan e instrucción a
centenares de muchachos abandonados, muchos de los
cuales, sin esta institución benéfica, habrían
causado graves fastidios al Gobierno.
Urbano Rattazzi, que a la sazón era simplemente
diputado, mandó llamar a don Bosco y, en cuanto
llegó a su casa, le hizo contar de cabo a rabo
todo lo que habían dicho y hecho los inquisidores.
Se mostró muy indignado al oír las escenas
ocurridas, declaró que aquellos registros eran una
infamia y se ofreció para interpelar sobre este
asunto al ministro en el Parlamento. ((**It6.637**)) Decía:
-Yo no soy partidario del clericalismo, pero me
gusta el bien, venga de quien venga, y pertenezca
al partido que fuere. El ministro que molesta o
permite que sus subordinados molesten a estas
Instituciones, se hace reo de esa filantropía, y
comete una injusticia tal, que merece ser
denunciada ante todas las naciones civilizadas.
Agradeció don Bosco al ex-ministro su buena
intención en favor del Oratorio, pero creyó que no
debía consentir que diese a aquellos hechos gran
publicidad en la Cámara de Diputados; prefería que
su
1 Goffi. es el plural de goffo, que quiere
decir tonto, torpe. (N. del T.)
(**Es6.478**))
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