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((**Es6.478**) fueran bienhechores de don Bosco, incluido el señor Jefe de Policía y los policías. Si pueden, ayúdenle ustedes también y tengan la seguridad de que su caridad quedará muy bien empleada. ((**It6.636**)) Las bondadosas palabras de aquel buen hombre hicieron reír a los presentes y un guardia dijo bromeando: -Se llama Goffi 1, pero habla como un sabio. Estas persecuciones eran una verdadera tribulación mas, por disposición de la bondad de Dios, acarrearon muchas ventajas. Y no fue la menor de éstas haberse ganado don Bosco y sus alumnos la simpatía de los buenos, y aun de los que no andaban muy de acuerdo con él en materia de religión, pero que pasaban por personas honradas y amantes de la verdadera libertad. Los promotores de esta segunda persecución querían que se mantuviera oculta e impusieron silencio a los interpelados, pero obtuvieron el resultado contrario. El hecho corrió como la pólvora y por doquiera se iba diciendo ser pura perversidad que un Gobierno, so capa de ley, pretendiera tener derecho a registrar las casas de los ciudadanos, haciéndose de este modo odioso a sí mismo. Hasta algunos diputados no dudaban en calificar de abuso de poder aquellas molestias y las tildaban de acto ilegal e impolítico: ilegal, por ser contrario a la Constitución; e impolítico, por ser perpetrado con perjuicio de una institución que proporcionaba techo, pan e instrucción a centenares de muchachos abandonados, muchos de los cuales, sin esta institución benéfica, habrían causado graves fastidios al Gobierno. Urbano Rattazzi, que a la sazón era simplemente diputado, mandó llamar a don Bosco y, en cuanto llegó a su casa, le hizo contar de cabo a rabo todo lo que habían dicho y hecho los inquisidores. Se mostró muy indignado al oír las escenas ocurridas, declaró que aquellos registros eran una infamia y se ofreció para interpelar sobre este asunto al ministro en el Parlamento. ((**It6.637**)) Decía: -Yo no soy partidario del clericalismo, pero me gusta el bien, venga de quien venga, y pertenezca al partido que fuere. El ministro que molesta o permite que sus subordinados molesten a estas Instituciones, se hace reo de esa filantropía, y comete una injusticia tal, que merece ser denunciada ante todas las naciones civilizadas. Agradeció don Bosco al ex-ministro su buena intención en favor del Oratorio, pero creyó que no debía consentir que diese a aquellos hechos gran publicidad en la Cámara de Diputados; prefería que su 1 Goffi. es el plural de goffo, que quiere decir tonto, torpe. (N. del T.) (**Es6.478**))
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