Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es6.460**) los internos suman trescientos, divididos en dos categorías: estudiantes ((**It6.612**)) y aprendices. De éstos hay cuarenta huérfanos de padre y madre y ciento veintisiete no tienen padre o madre. -Qué pensión pagan? -Sólo diecisiete alumnos y dos clérigos pagan pensión normal. La mayor parte, por ser pobres de solemnidad y abandonados, no pagan nada; más aún, hay que calzarlos y vestirlos; los demás pagan algo, según las posibilidades de su familia. -Y cuanto es ese algo? -Diez o doce liras al mes, alguna brenta (cincuenta litros) de vino al año, un saco de arroz, de maíz, de castañas u otras cosas por el estilo. -Esto no basta, a todas luces, para mantener a tantos muchachos todo un año; cómo se hace, pues, frente a los gastos? -El Ayuntamiento de Turín da trescientas liras al año; la Orden de san Mauricio y san Lázaro, quinientas y la Curia Arzobispal, mil. -Todo esto junto no suma mas que mil ochocientas liras, que no pueden cubrir los gastos de alimentación, vestido y conservación del edificio. Entonces, con qué otros medios se abastece esta Casa? -En los comienzos proporcionaron lo que faltaba, en parte don Bosco y su madre con la venta de su hacienda, en parte la caridad de personas piadosas. Hoy día se puede decir que todos nuestros recursos proceden de las limosnas de los bienhechores. -Quiénes son estos bienhechores? -A muchos no los conozco, a otros no les gusta que se les dé a conocer, y, por tanto, no estoy en condiciones de responder a su pregunta. -Dónde guardan el dinero? -Ni tenemos caja donde guardarlo, pues ((**It6.613**)) tan pronto como llega una cantidad, la empleamos para pagar alguna de las deudas vencidas o a punto de vencer. Las concienzudas y veraces palabras de nuestro buen Prefecto no agradaron a los tres inquisidores. Estos, adoctrinados por sus jefes, tenían metido en la mollera que don Bosco poseía grandes cantidades de dinero, que le enviaban el Papa y los Príncipes destronados, so pretexto de abastecer a los muchachos, pero en realidad para enrolar soldados y promover la guerra contra el Gobierno. Esta idea fija era alimentada por los periódicos sectarios, que propalaban a los cuatro vientos la falsa noticia, según la cual el fisco había descubierto en las residencias de los jesuitas en Turín grandes tesoros y documentos importantes, que revelaban la existencia de una vasta conjuración. <(**Es6.460**))
<Anterior: 6. 459><Siguiente: 6. 461>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com