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el viático; el lunes, la unción de los enfermos y
el martes moría de tifus, a eso de las nueve y
media de la mañana>>.
Como se hablara mucho en casa de estos
frecuentes anuncios, dijo don Bosco estando
presente don Juan Bautista Francesia: -<<íSi
supierais cuánto me cuesta prever el porvenir de
los otros!>>
De donde se deduce que debía de haber alguna
condición misteriosa o sacrificio extraordinario y
que esto fuera efecto de sus oraciones.
Un día le preguntaron:
-Cómo hace usted para saber los muchachos que
tienen que morir?
-A veces, contestó, veo muchos senderos; por
cada uno de ellos va un joven y el sendero está
cortado por un hoyo a la mitad, a un tercio o a un
cuarto del camino; otras veces leo sobre estos
senderos, a cierto punto de los mismos, las cifras
del año, del mes, del día.
Fue Carlos Gastini a preguntar a don Bosco
hasta qué edad viviría y don Bosco respondióle:
-Hasta los setenta años.
El buen Gastini recordó esta predicción mil
veces, lo mismo en prosa que en verso, y la
conocían todos en el Oratorio y aún fuera del
mismo. Murió ((**It6.511**)) el año
1901, asistido por don Miguel Rúa, precisamente un
día después de haber comenzado su septuagésimo
año.
Sucedíanse las previsiones una tras otra. Anota
Ruffino en su crónica: <>.
Habíase retirado este clérigo enfermizo a su
casa, en Turín, para someterse a un tratamiento
especial.
Entretanto, mientras se preparaban secretamente
en Piamonte hombres y armas para la conquista de
Italia meridional, Pío IX mandaba responder a la
carta de don Bosco:
Ilmo. Señor:
Entregué gustoso al Santo Padre el pliego que
V.S. Ilma. me envió con su carta del 25 de abril y
cuyo contenido me dio a conocer. Su Santidad
recibió el escrito con verdadero agrado, conocedor
como es del celo filial que lo dictaba. Implora
entretanto sobre usted y los jovencitos confiados
a su dirección abundantes bendiciones celestiales.
Y exhortándole a no cejar en la oración que tanto
se necesita, tengo el gusto de confirmarme con
sentimientos de distinguido aprecio.
De V.S. Ilma.
Roma, 17 de mayo de 1860 Su
seguro servidor
Sr. D. Juan Bosco.-Turín.
ANTONELLI, Cardenal
(**Es6.385**))
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