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otros señores. Se le encontraba con don Bosco en
los ejercicios espirituales de san Ignacio. Para
conocer en todo su valor el mérito de este hombre
añadiremos que en 1876, víctima de una enfermedad
en los órganos vocales, tras veinte años de
dedicación a la docencia, pidió el retiro y vistió
el hábito eclesiástico a los cincuenta años de su
edad.
Murió el 1904 a los ochenta, en Turín, siendo
Rector de la Santísima Trinidad. Con ardiente celo
atendió asiduamente al ministerio de la confesión,
diríase que casi emulando al Cura de Ars, porque
le afligía sobremanera el estado de las almas en
pecado mortal.
Al frente del Oratorio de San Francisco de
Sales estaba don Bosco.
Junto con la catequesis continuaban en estos
Oratorios las conferencias anejas a la Sociedad de
san Vicente de Paúl.
En la relación oficial del 11 de marzo de 1894,
que lleva por título: Noces dor de la Société de
Saint Vincent de Paul … Nice 1844-1894 (Bodas de
oro de la Sociedad de San Vicente de Paúl en
Niza), se leen en la página treinta y seis estas
palabras: <((**It6.492**)) del
Consejo Superior de las conferencias en el
Piamonte, el cual da las siguientes noticias sobre
las conferencias de Turín:
<>Estas tres pequeñas conferencias siguen el
reglamento ordinario bajo la dirección del piadoso
y caritativo sacerdote Juan Bosco. Ofrecía
dificultades el artículo del reglamento que impone
la colecta en cada sesión. Qué se podía pedir para
los pobres, a unos muchachos que también son
pobres? Pues bien, no sólo se hace la colecta,
sino que cada uno de estos muchachos pobres da
todo lo que puede ahorrar, aun en las cosas más
necesarias; y lo que no puede dar materialmente lo
da en afecto y espíritu de sacrificio.
>>No hay nada tan conmovedor como ver a estos
muchachos prodigando los más tiernos cuidados,
algunos casi maternales, a otros chicos más
jóvenes, más débiles, más pobres, que les son
confiados; ejercen sobre ellos en todo momento y
ocasión una atenta y benévola protección. Vigilan
su educación, más aún que sus necesidades
materiales. Les enseñan a escribir y se convierten
en sus verdaderos maestros.
>>El conde Cays terminó su intervención
invitando a todos a reflexionar seriamente en que
la importancia de las Conferencias noradica,
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