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coma alguna cosa muy sabrosa, compararé este
manjar con la hiel que bebió Nuestro Señor
Jesucristo.
3. Haré cada día una visita al Santísimo
Sacramento, rezaré cada día el Acordaos, oh
piadosísima Virgen María, besaré por la mañana y
por la noche el crucifijo y rezaré las otras
oraciones que tengo por costumbre. Haré cada mes
el ejercicio de la buena muerte. Me acercaré a
recibir los sacramentos un día a la semana o
diariamente, según el consejo del confesor.
4. Me guardaré mucho de ofender a los
compañeros y procuraré reparar los escándalos
dados.
5. No perderé el tiempo en el estudio, ocupando
cuando pueda también el recreo.
((**It6.448**)) 6.
Elegiré todos los meses un santo como protector
particular. Así: san Francisco de Sales para
enero, san Gregorio Papa para febrero, san José
para marzo y san Marcos para abril.
Otro papelito está redactado en los siguientes
términos:
Yo, Santiago R... con el auxilio de Dios y de
María Santísima, prometo guardar estos propósitos
a partir de la fiesta de todos los Santos, en cuyo
día, decimoséptimo aniversario de mi nacimiento,
espero poder vestir el hábito eclesiástico.
1. Pediré cada día al Señor que me haga morir,
antes que me permita cometer un pecado mortal.
2. Me consagro enteramente a El, poniéndome en
las manos de mis Superiores y considerando como
suyo todo mandato, aun el más pequeño que de ellos
venga.
3. Cumpliré con la mayor precisión todos mis
deberes, lo mismo temporales que espirituales.
4. Trataré de vencer todo respeto humano y me
esforzaré por dar buen ejemplo.
5. Me confesaré cada semana y comulgaré más a
menudo.
6. Haré cada día una visita al Santísimo
Sacramento y a María Santísima.
7. Cada sábado haré una mortificación en honor
de María.
8. Celebraré con particular devoción sus
fiestas y haré algún ayuno la víspera.
9. Rezaré cada día por mis padres, bienhechores
y superiores.
10. Si tuviere la suerte de llegar a ser
sacerdote, me dedicaré con el mayor celo a la
salvación de las almas y anunciaré a los pueblos
las glorias de María, a quien reconozco debo mi
cambio de vida.
11. Pediré siempre al Señor que me conceda la
perseverancia final. Todo lo puedo en el que me da
la fuerza.
En la muerte y en el juicio veré si los he
guardado.
Por último, en la carta de un joven clérigo,
además de las promesas específicas de cumplir
exactamente las reglas de la ((**It6.449**)) Pía
Sociedad y las obligaciones del estado clerical,
se leen estos dos artículos.
1. Elegiré un monitor secreto y le rogaré que
me observe atentamente y me reprenda siempre que
advierta en mí alguna falta.
2. Antes de comenzar cualquier estudio leeré un
capítulo de la vida de Luis Comollo, de Domingo
Savio, de san Luis Gonzaga, o de otros piadosos
jóvenes para
(**Es6.341**))
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