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((**Es6.308**) Como no era prudente por aquellos años lanzar este grito, mientras el Papa era amenazado y atacado, él lo escribía con las cabezas de sus chicos. Otras veces formaba un VIVA MARIA, o bien un VIVA SAN LUIS. Aún en 1861 realizó todavía este juego; pero un día en que los chavales le aguardaban ansiosos para continuarlo, él se puso a pasear bajo los pórticos, habló con unos y con otros, y por fin se retiró a su habitación. Desde aquel momento ya no habló más de ello. Tal vez le costaba mucho estudio aquella maniobra. Así lo refiere don Pablo Albera. No siempre jugaba don Bosco, pero entonces, situado en medio de ellos, no callaba nunca porque quería a toda costa ocupar su mente: resulta imposible decir lo agradable que era su conversación, rica en frases llenas de gracia y de amenas narraciones. Empecemos por contar algunos de sus dichos, dirigidos a los sacerdotes, clérigos o algunos que le rodeaban en el refectorio o que se tropezaba al paso, aún fuera de las horas de recreo. Los verdaderos hijos de don Bosco no tenían secretos para él; por eso a menudo decíale a uno que sabía se encontraba en un aprieto: -íNada te turbe!, decía Santa Teresa. A otro que estaba angustiado con tribulaciones materiales o espirituales: -íTodo pasa! A aquél que no aguantaba las molestias que le causaban ciertos compañeros: -Vince in bono malum. Alter alterius onera portate (Vence el mal con el bien. Llevad los unos las cargas de los otros). ((**It6.405**)) Encontraba uno dificultades en los estudios o en el aprendizaje del oficio y le decía: -Sobre la marcha se acomoda la carga al borriquillo, es decir: trabajando se vencen las dificultades. Y todos sabían que él ponía manos a la obra sin aguardar a que las dificultades, a veces grandes, quedaran allanadas del todo. Si le preguntaban acerca de algún doloroso suceso que le había disgustado, observaba: -Ya decía mi madre que no hay ningún país donde sucedan tantas calamidades, como en este mundo. Hablábase a veces de empresas guerreras arriesgadas, pero afortunadas; de nuevas tierras descubiertas después de viajes peligrosos y llenos de dificultades; de inventos científicos o mecánicos, fruto de largos estudios y después de fracasos, envidias e injusticias, y alguno preguntaba a don Bosco: (**Es6.308**))
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