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((**Es6.272**) nuestro, aunque sea de escasísimo valor, como por ejemplo una hoja, una plumilla, un lápiz, dejémoslo donde está. Necesitáis una cosa en aquel momento? Pedírsela a los compañeros; son suficientemente atentos para dárosla. Por lo demás, están los superiores; ellos os proporcionarán lo que os hace falta. 18 de diciembre Si alguien os dijera: -Eres un ganapán, un limpiabotas, un destripaterrones, un chapucero, os daríais por ofendidos y con razón. Sin embargo, mientras algunos Protestarían Por semejantes títulos, no se ruborizan de aparecer merecedores de los mismos con los hechos, soltando ciertas palabras que sólo las dicen los carreteros, los mozos de cuerda y gente de esa ralea; porque ((**It6.355**)) accidenti, contacc, va sulla forca, etc. 1, son palabras que dejan mala impresión en los que las oyen. Por consiguiente, el que no quiera ser tenido por grosero o plebeyo, debe abstenerse de semejantes palabras. No es mi intención despreciar a los obreros ni a los demás braceros, que son hombres como nosotros; son dignos de compasión si sus modales son toscos, pues carecen de cultura y educación, y andan siempre en cosas materiales. Pero vosotros, que poseéis más instrucción y os ocupáis en cosas más elevadas, no debéis emplear palabras y modales bastos, sino demostrar con los hechos vuestra educación. Por eso os recomiendo que no digáis ciertas palabras. Alguién replicará: -Yo no cometo ningún pecado pronunciando ciertas palabras. -Bien, oídme: tampoco comete pecado un limpiabotas; por qué no vais vosotros también a hacer este oficio? Alguno más atrevido podrá pensar: -Lo que es pecado no puede ni debe hacerse, pero es lícito hacer todo lo que no es pecado. Decidme: Les gustaría a vuestros padres oíros decir esta palabrotas? íCómo sufrirían de tener un hijo tan mal educado! Ya me sucedió oír decir a uno semejantes palabrotas, mientras pasaba a su lado cierto señor. Aquel forastero podía ser una persona importante: qué idea se formaría de nuestros jóvenes? Guardad, pues, bien grabado en la mente el aviso que acabo de daros y practicadlo. Puede que aún haya alguno que diga: -Don Bosco tiene razón, pero es una costumbre... no quisiera decirlo ..., se me escapa sin querer... -Lo comprendo, respondo yo; pero comenzad por hacer el propósito de no decirlo aposta... Después prestad atención en los momentos en que acostumbráis hacerlo. Los asistentes os llamarán la atención y vosotros aceptad su advertencia. Rogad a vuestros propios compañeros que tengan la bondad de avisaros cuando se os escape alguna palabra gorda y ya veréis cómo poquito a poco os iréis corrigiendo de este defecto. Hacedlo en honor del Niño Jesús. 19 de diciembre Un consejo que don Bosco suele dar a menudo es de la obediencia. Pero esta noche me limito a hablaros de la obediencia al confesor. Si es verdad que cuando un superior os habla, lo hace en nombre del Señor, y vosotros debéis obedecerle como 1 Son expresiones plebeyas italianas, cuya traducción directa en castellano no dice nada; no nos parece necesario sustituirlas por otras de la misma jerga que tanto abundan, por desgracia, en nuestro lenguaje vulgar. (N. del T.) (**Es6.272**))
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