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Por la mañana, a la hora de la misa, se
cantarán las profecías, habrá una platiquita y
después la bendición con Su Divina Majestad.
Os aconsejo dos cosas para estos días, a fin de
hacer santamente la novena.
1. Acordaos a menudo del Niño Jesús, del amor
que os tiene y de las pruebas que de ello os ha
dado muriendo por vosotros. Al levantaros en
seguida al toque de campana y sentir el frío,
acordaos del Niño Jesús que temblaba de frío sobre
unas pajas. A lo largo del día animaos a estudiar
bien las lecciones, a hacer bien el trabajo, a
estar atentos en clase por amor a Jesús. No
olvidéis que Jesús crecía en sabiduría, en edad y
en gracia delante de Dios y de los hombres. Y
sobre todo guardaos por amor a Jesús de caer en
cualquier falta que pueda disgustarle.
2. Id a visitarle a menudo. Envidiamos a los
pastores que fueron al portal de Belén, le vieron
recién nacido, le besaron las manitas y le
ofrecieron sus dones.
Afortunados pastores, decimos nosotros, y, sin
embargo, no tenemos nada que envidiar, pues
poseemos la misma suerte que ellos. El mismo
Jesús, visitado por ellos en su pesebre, está aquí
en el Sagrario. La única diferencia es que los
pastores lo vieron con los ojos de la cara y
nosotros sólo le vemos con la fe. No podemos hacer
nada que más le agrade, que ir a visitarle a
menudo. Y de qué manera ((**It6.352**)) ir a
visitarle? Primero con la comunión frecuente. En
el Oratorio, especialmente durante esta novena,
hubo siempre gran interés y gran fervor por la
comunión; yo espero que haréis lo mismo vosotros
este año. Otra manera es ir alguna vez a la
iglesia durante el día, aun cuando no fuera más
que un minuto, y rezar un Gloria Patri. Habéis
entendido? Haremos dos cosas para santificar esta
novena. Cuáles son? Quién sabe repetirlas?
Acordarse a menudo del Niño Jesús, acercarse a El
con la santa comunión y con la visita en la
iglesia.
16 de diciembre
Me alegro al ver que las calificaciones de
aplicación son buenas porque, siendo así, quiere
decir que se estudia y estudiando indicáis dos
cosas. La primera, que triunfaréis, la segunda,
que sois buenos muchachos. Por consiguiente, este
año todos triunfaréis, y no sólo aprobaréis los
exámenes finales, sino que ganaréis un premio. Me
diréis:
-Cómo nos van a premiar a todos? Sólo se dan
premios a algunos; de otro modo, don Bosco se
arruinaba totalmente si hubiera de premiar a todos
nosotros.
-Pero yo os respondo que no serán premiados
sólo algunos, sino todos los lo merezcan. Si todos
merecen premio, todos lo tendrán y el último día
del curso invi-taremos a los padres, a los
párrocos, a los alcaldes, a los amigos y íqué
hermoso triunfo tendrá entonces el que haya
estudiado! Además, si no todos obtuvieran
sobresaliente en todas las asignaturas, no es un
hermoso premio poder decir: hice cuanto pude, Dios
está contento de mí, mi conciencia rebosa de
consuelo, he enriquecido mi mente con útiles
conocimientos?
Pero he dicho también que las buenas notas
indican que sois buenos, porque el medio que más
estimula al estudio es la piedad. Esto significa
que la novena de Navidad se hace con fruto y que
el Niño Jesús os ha enardecido para hacer el bien.
íAnimo, pues! Que este fuego no sea solamente para
una semana, sino para todas. Los que merezcan un
optime (sobresaliente), que lo sigan mereciendo
siempre; los que saquen una nota suficiente,
aunque inferior al sobresaliente, anímense y
díganse a sí mismos: si éste y aquél ((**It6.353**)) han
sacado sobresaliente, por qué no lo puedo sacar yo
también? No quiero quedarme atrás de los demás.
(**Es6.270**))
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