Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es6.235**) >>Hablando de aquel animalito hizo reír mucho a su auditorio, pero también le obligó a reflexionar seriamente sobre las cosas del alma. Tanto más cuanto que, después, manifestaba privadamente a los que se lo pedían lo que ellos creían que nadie sabía. Y cuanto don Bosco decía y manifestaba era cierto. >>Este sueño indujo a la mayor parte de los muchachos a confesarse con frecuencia, generalmente cada semana, llegando a ser las comuniones muy numerosas. >>Recuerdo también que hablando don Bosco de la salud del cuerpo y de la importancia de acudir a los medios convenientes para no perderla, el clérigo José Bongiovanni pidió la palabra y habiéndola obtenido, preguntó: >>-Qué hay que hacer, pues, para ((**It6.302**)) conservar la salud y vivir una larga vida? >>Don Bosco le contestó dirigiendo la palabra a los jóvenes: >>-Os descubriré un secreto, es decir, una receta, que servirá de respuesta al clérigo Bongiovanni y será de gran utilidad para todos vosotros. Para conservar la salud y vivir muchos años es necesario: 1.§ Conciencia serena, es decir, acostarse tranquilos por la noche, sin miedo a la eternidad. 2.§ Mesa frugal. 3.§ Vida activa. 4.§ Buenas compañías, o sea, huir de los viciosos. Y explicó brevemente los cuatro puntos>>. La palabra de don Bosco dirigía sabiamente la casa. Un tal José Zerega, natural de Liguria, empleado en el arsenal de Turín, iba en 1859 muy a menudo al Oratorio, donde era recibido como un apreciado amigo, y se maravillaba de la facilidad con que don Bosco guiaba a tantos muchachos. Era un hombre sencillo, pero hábil mecánico y pensaba interesarse por los jóvenes obreros cuando regresara a Génova; deseaba abrazar el estado eclesiástico y, en efecto, murió siendo sacerdote, párroco y cargado de méritos. Un día preguntó a don Bosco qué dotes necesitaba un director para regir bien un colegio o un internado. Don Bosco le contestó: -Es necesario que el director tenga influencia plena sobre los muchachos, y para ello es menester: 1.§ que se le tenga por santo; 2.§ que se le considere docto en todas las ramas del saber, especialmente en aquello que interesa a los muchachos. Si le preguntan algo y no sabe responder, diga al joven: <>. Y precisa paciencia para informarse bien sobre el particular para poder responder con exactitud; 3.§ que los muchachos sepan que se les quiere. La maravillosa autoridad de don Bosco consistía en que tenía en (**Es6.235**))
<Anterior: 6. 234><Siguiente: 6. 236>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com