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>>Hablando de aquel animalito hizo reír mucho a
su auditorio, pero también le obligó a reflexionar
seriamente sobre las cosas del alma. Tanto más
cuanto que, después, manifestaba privadamente a
los que se lo pedían lo que ellos creían que nadie
sabía. Y cuanto don Bosco decía y manifestaba era
cierto.
>>Este sueño indujo a la mayor parte de los
muchachos a confesarse con frecuencia,
generalmente cada semana, llegando a ser las
comuniones muy numerosas.
>>Recuerdo también que hablando don Bosco de la
salud del cuerpo y de la importancia de acudir a
los medios convenientes para no perderla, el
clérigo José Bongiovanni pidió la palabra y
habiéndola obtenido, preguntó:
>>-Qué hay que hacer, pues, para ((**It6.302**))
conservar la salud y vivir una larga vida?
>>Don Bosco le contestó dirigiendo la palabra a
los jóvenes:
>>-Os descubriré un secreto, es decir, una
receta, que servirá de respuesta al clérigo
Bongiovanni y será de gran utilidad para todos
vosotros. Para conservar la salud y vivir muchos
años es necesario: 1.§ Conciencia serena, es
decir, acostarse tranquilos por la noche, sin
miedo a la eternidad. 2.§ Mesa frugal. 3.§ Vida
activa. 4.§ Buenas compañías, o sea, huir de los
viciosos. Y explicó brevemente los cuatro
puntos>>.
La palabra de don Bosco dirigía sabiamente la
casa. Un tal José Zerega, natural de Liguria,
empleado en el arsenal de Turín, iba en 1859 muy a
menudo al Oratorio, donde era recibido como un
apreciado amigo, y se maravillaba de la facilidad
con que don Bosco guiaba a tantos muchachos. Era
un hombre sencillo, pero hábil mecánico y pensaba
interesarse por los jóvenes obreros cuando
regresara a Génova; deseaba abrazar el estado
eclesiástico y, en efecto, murió siendo sacerdote,
párroco y cargado de méritos. Un día preguntó a
don Bosco qué dotes necesitaba un director para
regir bien un colegio o un internado. Don Bosco le
contestó:
-Es necesario que el director tenga influencia
plena sobre los muchachos, y para ello es
menester: 1.§ que se le tenga por santo;
2.§ que se le considere docto en todas las ramas
del saber, especialmente en aquello que interesa a
los muchachos. Si le preguntan algo y no sabe
responder, diga al joven: <>. Y precisa paciencia
para informarse bien sobre el particular para
poder responder con exactitud; 3.§ que los
muchachos sepan que se les quiere.
La maravillosa autoridad de don Bosco consistía
en que tenía en
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