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((**Es6.226**) Fácilmente habrá descubierto el. lector la mala fe, los equívocos, las falsas interpretaciones de este artículo, pero conviene que, de acuerdo con todos los historiadores, rebatamos las acusaciones siguiendo el mismo orden. En efecto: de 1820 a 1848 un partido quería una Italia unida en un solo reino, otro en una sola república y se intentaron varias revoluciones para alcanzar estos dos fines. Por fin en 1848 los liberales constitucionales se decidieron por el reino itálico, mientras que los seguidores de José Mazzini querían una república. Con relación a esto, la Gaceta del Pueblo, queriendo demostrar, al citar las páginas cuatrocientos ochenta y tres y cuatrocientos ochenta y cuatro, no advierte que en la página cuatrocientos ochenta y dos dice don Bosco que las miras de todos aquellos movimientos eran formar un solo reino o una república. ((**It6.290**)) Referente a la guerra de 1849, fueron realmente tres los días de combate. Los hechos se desarrollaron así. Los austriacos, salidos de Pavía, pasaron el Tesino, y el día veintiuno de marzo entablaron duelo de cañones contra la artillería piamontesa en Mezzana Corti. El día veintidós hubo ferocísimos combates en el poblado de San Siro, en la Sforzesca y en Mortara, de la que se apoderaron los austriacos por la tarde. El día veintitrés tuvo lugar la batalla de Novara, singularmente terrible en Olengo y en Bicocca. En Crimea, y ésta es la verdad, los rusos habían establecido campos militares y artillería en los principales lugares del Quersoneso y en las orillas de los ríos Katcha y Alma. El catorce de septiembre las tropas de las potencias aliadas comenzaron el desembarco junto a Eupatoria, mientras tres fragatas inglesas y cinco francesas simulaban un desembarco en Katcha, que dista cinco leguas. Estaba preparado para la defensa un campo con unos seis mil rusos, pero las fragatas, después de un prolongado cañoneo, volvieron a Eupatoria. Entretanto desde los altos del Alma cincuenta mil rusos vigilaban y molestaban con escuadrones de caballería y artillería a caballo al enemigo, el cual, lanzándose al asalto el veinte de septiembre, les causó una sangrienta derrota, abriéndose camino. Los intrépidos soldados piamonteses, además de la defensa junto al Cernaia, donde se cubrieron de gloria inmortal, tomaron parte en la batalla que se trabó a algunas millas de Balaclava 1 y en el asalto a 1 La Marmora, Un p_ di luce, pág. 133. (**Es6.226**))
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