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quedarse en su casa unos diez días, haciendo de
Villa San Secondo el centro o cuartel general para
ir sucesivamente por los pueblos esparcidos a la
redonda.
Pero la razón principal de la invitación había
sido la fiesta de la Virgen de las Gracias. Se
celebraba ésta en una capilla situada en el centro
de la villa el día ocho de octubre, en
cumplimiento del voto hecho por la población, por
haber sido librada del cólera. Allí acudía la
gente de todos los pueblos colindantes.
Pero el teólogo Barbero tenía una espina
clavada en el corazón: a su despecho se había
organizado un baile público en el pueblo con
ocasión de la fiesta. Lenguas maldicientes
esparcían antipáticos rumores contra el párroco
porque trataba de impedirlo. ((**It6.277**)) Todos
conocen la afición a bailar de los Monferrinos 1.
Apenás llegó don Bosco, manifestóle el párroco su
disgusto y el Siervo de Dios contestó:
-Déjelo de mi cuenta y no diga nada.
Así que no dio a entender a nadie que quisiera
impedir el baile y mandó a los muchachos preparar
el teatro en un amplio patio de la familia
Perucatti. Gastini, Buzzetti, Tomatis y Enría
pusieron manos a la obra y quedó preparado el
escenario.
Entretanto don Bosco organizaba las metas de
las excursiones. El día seis, invitado por los
padres de un alumno muy apreciado, fue con todos
sus muchachos a Corsione, donde se estaba
demoliendo una parte del antiguo castillo, muy a
pesar de los arqueólogos.
Por la tarde se acercaron a Cossombrato para
obsequiar a los condes de Pelletta y visitar su
antiguo castillo, cuyas macizas murallas se
erguían como torres con sus almenas. El párroco de
la aldea, don Segundo Gribaudi, les hizo una buena
acogida.
Al atardecer regresaban a Villa San Secondo.
El viernes fueron a Rinco, diócesis de Casale,
invitados por el conde Pallio de Rinco. Resultó
una marcha pesada, porque les pilló una tormenta
con agua, relámpagos y truenos, que duró toda la
mañana. Los muchachos llegaron al castillo calados
y con barro hasta las rodillas. Parecióle prudente
al mayordomo, encargado de la recepción, que no
entraran para no dejar enlodada la escalera de
honor y el pavimento de los salones. Como seguía
lloviendo se refugiaron en una cuadra, bajo un
cobertizo y algunos al amparo de las
1 Monferrino: gentilicio correspondiente a los
habitantes de la región del Monferrato, donde
queda enclavado Villa San Secondo. Goza de fama la
danza popular de la zona monferrina. (N. del T.)
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