((**Es6.183**)
He seleccionado quinientos de esos objetos, he
sumado sus respectivos precios, de acuerdo con la
tasación aprobada por la Delegación de Hacienda y,
después de rebajar el total en un tercio, he
dividido esta suma en quinientas partes, tantas
como objetos. El precio resultante para cada
billete es de cinco liras, pero todos los billetes
tienen asegurado un premio con la eventualidad de
que éste puede tener un valor mayor o menor, según
el resultado del sorteo.
Este sorteo se celebrará el día veintiséis del
próximo mayo, en el Oratorio de San Francisco de
Sales.
Le envío X... billetes, rogándole tenga a bien
aceptarlos. Pero, si usted y las caritativas
personas de su conocimiento no pensaran quedarse
con todos, ruégole, con el mayor respeto, perdone
la molestia y haga remitir los restantes a esta
casa algunos días antes del sorteo. El objeto
premiado será llevado a domicilio.
Estos objetos se podían haber puesto a la
venta, pero habría sido un plan muy largo y no se
habría obtenido la ayuda tan pronta como las
actuales estrecheces de esta casa requieren.
De todos modos, deseo que usted no tenga otra
mira más que la de hacer una obra de caridad; por
mi parte me uno a los pobres chicos que frecuentan
estos oratorios para pedir a Dios y a la Virgen
Santísima sus gracias y bendiciones, que son el
céntuplo que Dios promete a quien hace obras de
caridad en la vida presente, con la añadidura de
la eterna felicidad en la otra.
Muy agradecido y con todo mi aprecio me profeso
De V.S. Ilma.
Turín, 5 de mayo de 1859.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Una vez realizado el sorteo de la tómbola, que
alcanzó el éxito que don Bosco deseaba, se avisó a
los que habían comprado los billetes y se les
entregaron los premios que les habían caído en
suerte.
((**It6.233**))
Ilustrísimo Señor:
Me creo en el deber de enviar a V. S. Ilma. los
objetos obtenidos en el sorteo del día veintiséis
de los corrientes, efectuado en esta casa en
presencia de la Comisión de la tómbola anterior.
Al N... corresponde el N...
Ruégole tenga a bien aceptarlos tal como son; y
espero que usted tendrá más en cuenta la obra de
caridad que el valor material de los mismos.
Por mi parte no dejaré de pedir al cielo que
derrame sobre usted salud y gracia; y mientras me
encomiendo a sus devotas oraciones, juntamente con
los sacerdotes y todos los muchachos que reciben
en estos oratorios el beneficio de su caridad, me
profeso con la más profunda gratitud.
De V.S. Ilma.
Turín, 31 de mayo de 1859.
Seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es6.183**))
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