((**Es6.154**)
Qué tengo que ver yo con ello, me dirá V.R. y
qué puedo yo hacer? íAh, tome a pechos el asunto y
la Providencia le ayudará!
Perdóneme, por el amor de san José, socorra a
Hinger por amor a san José y el santo protegerá
cada día más a su Institución y bendecirá sus
trabajos. Con la más viva confianza tengo el honor
de repetirme con profundo respeto.
De V. S. Ilma. y Rvdma.
27 de octubre de 1859
Su
humilde y segura servidora
JOSEFINA PELLICO
Así, pues, por la veneración que don Bosco
profesaba a san José, se preparaba a fundar una
compañía en su honor. El clérigo Juan Bonetti, que
había estudiado un año de filosofía en el
seminario de Chieri, atraído por el amor que tenía
a don Bosco y el recuerdo de la encantadora vida
de familia que se disfrutaba junto a él, había
vuelto al Oratorio. Se le confió la asistencia de
los aprendices y, como conocía las intenciones de
don Bosco, pidió y obtuvo autorización para
comenzar y organizar la Compañía de San José.
Anunció el proyecto a los aprendices y éstos lo
recibieron con gran entusiasmo. Muchísimos se
apresuraron a responder a la invitación y el día
de la inscripción, probablemente el veinte de
marzo, domingo, hubo una hermosa fiesta religiosa
y recreativa. Desde entonces la Compañía de San
José tuvo vida continua y próspera hasta nuestros
días.
((**It6.194**)) Don
Juan Bonetti puso las bases con un reglamento,
inspirado y corregido por don Bosco, en el que se
introdujeron después algunos cambios, pero el
espíritu siguió siendo siempre el mismo.
La nueva compañía quedaba estructurada de la
manera siguiente:
I
FIN DE LA COMPAÑIA DE SAN JOSE
El fin de esta Compañía es promover la gloria
de Dios y la práctica de las virtudes cristianas,
especialmente entre los jóvenes aprendices, que se
educan en el Oratorio de San Francisco de Sales.
II
MIEMBROS DE LA COMPAÑIA
La Compañía se compondrá de un Presidente,
Vicepresidente y Secretario, nombrados por el
Director de la Institución.
(**Es6.154**))
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