((**Es5.93**)((**It5.114**))
CAPITULO XII
ELOGIO PUBLICO DE LA CARIDAD DE DON BOSCO Y DE SUS
HIJOS -DON BOSCO SE OFRECE AL ALCALDE DE PINEROLO
PARA ASISTIR A LOS APESTADOS DEL COLERA-CARTA DE
NICOLAS TOMMASEO -VISITAS ILUSTRES AL ORATORIO Y
ATENCIONES DE DON BOSCO A SUS JOVENES -ACONSEJA A
UN CLERIGO LA CARRERA DIPLOMATICA -LECTURAS
CATOLICAS -UN PERFIDO ESTAFADOR
TOMAMOS el hilo de nuestra narración en septiembre
de 1854. El servicio que los jóvenes del Oratorio
prestaron en aquellos días a los enfermos del
cólera fue tan encomiable, que el mejor periódico
de entonces, al comentar la caridad del clero
católico durante la epidemia, quiso resaltarlo con
un precioso artículo. Para que los lectores vean
confirmado cuanto hemos expuesto se lo ofrecemos
aquí. Dice así:
<((**It5.115**)) lo
mucho que hubiera hecho, si la Divina Providencia
hubiera dispuesto de nosotros de otra manera.
>>Podríamos hablar de cómo el clero consiguió
con su influencia disipar necios prejuicios del
vulgo contra médicos y medicinas. El clero tuvo al
satisfacción de comprobar cómo, a pesar de los
insultos, con que cierto periodicucho asqueroso lo
denigra, el pobre pueblo, víctima de la terrible
enfermedad, cierra brutalmente la puerta al
médico, mientras recibe con los brazos abiertos al
sacerdote, que va a llevarle auxilios espirituales
y corporales. Y basta una palabra del sacerdote,
para que reciban al médico, y tomen las medicinas
que antes detestaban, más que a la misma
enfermedad que los agobia.
>>Queremos, como muestra, mejor que recordar
las obras del Clero, hablar del servicio prestado
al lazareto del barrio de San Donato, encomendado
a los cuidados del reverendo Galvagno, capellán de
la fábrica de armas, y de don Bosco, fundador y
director del Oratorio de San Francisco de Sales.
Durante varias semanas no se han acostado sino
vestidos, para tomar un ligero descanso,
interrumpido tres o cuatro veces durante la noche
por atender a cualquier necesidad. Es más, don
Bosco pudo presentar a la Comisión sanitaria una
lista con catorce de sus muchachos, que
voluntariamente
(**Es5.93**))
<Anterior: 5. 92><Siguiente: 5. 94>