((**Es5.71**)
don Bosco, postrado ante el altar, hizo al Señor
esta oración en los primeros días del peligro:
<>.
Y luego, volviéndose a la Santísima Virgen, le
dijo:
-<>.
Era el buen Pastor que ofrecía la vida por sus
corderitos.
El 5 de agosto, fiesta de Nuestra Señora de las
Nieves, que aquel año cayó en sábado, a cierta
hora de la tarde reunió en torno a sí a todos los
internos y les dirigió unas palabras, que hemos
podido rehacer sustancialmente, con ayuda de unos
y otros.
<>Ante todo, habéis de saber que esta
enfermedad no es nueva en el mundo. Ya hablan de
ella los Libros Santos, en los que el Señor nos
advierte de las causas que la producen. `En el
exceso de alimento hay enfermedad, y la
intemperancia acaba en cólicos'; in multis escis
erit infirmitas, et aviditas appropinquavit usque
ad CHOLERAM>>. 1
>>Pero el Señor, que nos da a conocer los
fatales orígenes ((**It5.83**)) de esta
calamidad, nos indica también los remedios para
evitarla. `Sé parco, dice El, en las comidas que
te ponen delante. Poco vino es suficiente a un
hombre bien educado'. Y en otra parte da el Señor
un remedio, que vale por todos, y dice: `Aléjate
del pecado, endereza tus acciones y limpia tu
corazón de toda culpa'.
>>He aquí, pues, queridos hijos míos, los
remedios que os propongo para libraros del cólera.
Son casi los mismos prescritos por los médicos:
Sobriedad, templanza, tranquilidad de espíritu y
entereza. Pero >>cómo podrá tener tranquilidad de
espíritu y entereza el que vive en pecado mortal,
el que no está en gracia de Dios, el que sabe que
si muere va la infierno?
>>Quiero también que nos pongamos en manos de
María con alma y cuerpo. >>Será el cólera efecto
de causas naturales, como la infección del aire,
el contagio, etc.? En tal caso, necesitamos de una
buena medicina que nos preserve. Y >>qué medicina
mejor y más eficaz
1 Eclesiástico, XXXVII, 30.(**Es5.71**))
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