((**Es5.70**)
Ahora bien, >>cuál fue la suerte y qué hizo el
Oratorio de San Francisco de Sales ante la
invasión y la devastación del fatídico cólera y el
espanto de los hombres más decididos? Lo diremos
brevemente.
Al esparcirse la noticia de que el mal empezaba
a extenderse por la ciudad, don Bosco demostró ser
el padre amoroso y el buen pastor de sus hijos.
Empleó todas las precauciones posibles,
aconsejadas por la prudencia y la ciencia, para no
tentar al Señor. Hizo limpiar bien los locales,
preparó otras habitaciones para disminuir el
número de camas en los dormitorios, y mejoró la
comida, lo cual le ocasionó notables gastos.
Por ello, el católico y benemérito periódico
Armonía, habiendo sabido los apuros en que se
encontraba don Bosco, ((**It5.81**)) hacía en
su favor y en el de sus muchachos un cálido
llamamiento a la caridad de los fieles con este
breve y jugoso artículo:
AYUDA AL ORATORIO DE SAN
FRANCISCO DE SALES
<>.
Así se expresaba el católico periódico, en su
número 95, del 10 de agosto de 1854.
((**It5.82**)) Pero don
Bosco, no satisfecho con las providencias
terrenas, se acogió con toda su alma a
providencias más eficaces, a la providencia del
cielo. Por persona digna de crédito, hemos sabido
que(**Es5.70**))
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