Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es5.608**) De pronto sonó una campanilla, y el prelado de antecámara, les hizo una señal para que avanzaran y entrasen en la sala del Papa. Don Bosco se quedó turbado y tuvo que hacerse violencia para no perder el equilibrio. -Animo, se dijo, vamos. Miguel Rúa siguió tras él llevando en la mano un ejemplar artísticamente encuadernado con la colección de las Lecturas Católicas. Entraron. Estaban, por fin, en presencia de Pío IX. Hicieron una genuflexión al entrar en la sala, otra a la mitad y una tercera a los pies del Pontífice. Pero cesó casi del todo su turbación, al ver presente en Pío IX, al hombre más afable, más venerado, y al mismo tiempo más sencillo que pueda delinear un pintor. No besaron su pie porque estaba sentado a la mesa; le besaron la mano y Miguel Rúa, recordando la promesa hecha a sus compañeros, se la besó dos veces, una por sí mismo y otra por ellos. Entonces, el Santo Padre, les indicó que se levantaran y se acercaran. Así lo hicieron, mas don Bosco, queriendo acomodarse a las prescripciones de la etiqueta, volvió a arrodillarse. -No, replicó el Papa, levántese. ((**It5.857**)) Es de advertir, que al anunciar a don Bosco, el prelado introductor, leyó mal su nombre, porque en vez de escribir Bosco, había escrito Bosser, por lo que el Papa comenzó a preguntarle: ->>Sois piamontés? -Sí, Santidad, soy piamontés y en este momento experimento el mayor consuelo de mi vida, al hallarme a los pies del Vicario de Jesucristo. ->>Y en qué os ocupáis? -Santidad, me dedico a la educación de la juventud y a escribir las Lecturas Católicas. -La educación de la juventud fue algo muy útil en todos los tiempos, añadió el Papa; pero hoy es más necesaria que nunca. Hay también otro en Turín que se dedica a la educación de los jóvenes. Aquí advirtió don Bosco que se había dado equivocadamente su nombre y también el Papa comprendió que él no era Bosser, sino Bosco, el Director del Oratorio de San Francisco de Sales. Entonces tomó un aspecto bastante más jovial y continuó. ->>Qué hacéis en vuestro internado? -Un poco de todo, Santo Padre: celebro la misa, predico, confieso, doy clase; algunas veces me toca ir a la cocina a enseñar al cocinero y hasta barrer la iglesia. (**Es5.608**))
<Anterior: 5. 607><Siguiente: 5. 609>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com