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La Basílica tiene cinco puertas; todos los que
la visitan en cualquier día del año, pueden ganar
indulgencia plenaria, si han confesado y comulgado
previamente.
Cuando don Bosco entró, quedó un rato como
extasiado, ante tanta magnificencia y grandiosidad
((**It5.828**)) sin
proferir palabra; y lo primero que llamó su
atención fueron las estatuas en mármol de los
fundadores de órdenes religiosas alrededor de las
pilastras de la nave central. Le pareció
contemplar la celestial Jerusalén. La nave central
de la Basílica, desde la puerta de bronce hasta la
cátedra de San Pedro, mide ciento ochenta y cinco
metros con treinta y siete centímetros de larga, y
cuarenta y seis de alta hasta la bóveda. Es el
templo mayor de toda la cristiandad. Después de
San Pedro, el mayor es el de San Pablo de Londres.
-Si añadiéramos a éste, decía don Bosco
bromeando, la iglesia de nuestro Oratorio,
alcanzaría la longitud precisa de la Basílica
Vaticana.
Cada capilla tiene las dimensiones de una
iglesia corriente.
Comenzó don Bosco por visitar la nave menor de
la derecha según se entra y fue examinando capilla
por capilla, altar tras altar, cuadro tras cuadro.
Observaba estatuas, bajorrelieves, mosaicos;
contemplaba las espléndidas tumbas de varios
Papas. Distinguió entre ellas la de la célebre
Matilde, condesa de Canossa, defensora de la
autoridad Pontificia contra Enrique IV emperador
de Alemania y la de Cristina Alejandra, reina de
Suecia, que, siendo protestante, al reconocer la
falsedad de su secta, renunció al trono y se hizo
católica, muriendo en Roma en 1655. Don Bosco
tomaba nota con los datos históricos, pero sobre
todo satisfacía su devoción.
Entró en la capilla llamada de la Santa
Columna, donde se conserva una columna
transportada del templo de Jerusalén, en la que se
apoyó Jesucristo cuando predicaba a las turbas. Es
curioso que la parte que tocaron las sagradas
espaldas del Salvador, nunca está cubierta de
polvo.
Se postró en adoración en la capilla del
Santísimo Sacramento, cuyo altar está dedicado a
San Mauricio y sus compañeros ((**It5.829**))
mártires que son los principales protectores del
Piamonte. Junto a este altar hay una escalera que
sube al palacio pontificio.
En la capilla gregoriana notó que se veneraba
en el altar una antigua imagen de María Santísima
de los tiempos de Pascual III, elegido en 1099.
Hizo la última estación de la iglesia ante la
tribuna principal llamada de la Cátedra, colocada
en el fondo del espacio que forma
(**Es5.588**))
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