((**Es5.58**)
Pensad en la sorpresa de aquel hombre, al darse
cuenta de que se había confesado precisamente con
aquél a quien no quería abrir su conciencia.
Volvió al Oratorio satisfecho y contó a José
Buzzetti la singular aventura que le había
ocurrido.
Entre tanto, llegó el sorteo de la tómbola que
se celebró el 2 de mayo, a las dos de la tarde, en
una sala del Oratorio de Valdocco, y el 30 de mayo
publicaba Armonía los números premiados.
Pero don Bosco no había aminorado en el
intervalo su intensidad en el apostolado de la
predicación. Desde el sábado, 22 de abril, ayudó a
varios celosos sacerdotes ((**It5.63**)) a
predicar ejercicios espirituales durante ocho días
a numerosos muchachos y adultos de la ciudad, en
la iglesia de la Veneranda Cofradía de la
Misericordia. Por cierto que más de uno aseguró
así su salvación eterna, en medio del azote que
aquel año alcanzaría a Turín.
Después preparó don Bosco otra función
especial, de la que tenemos noticia por el anuncio
que publicaba Armonía en su número del 20 de mayo
de 1854.
Cuarenta Horas y Octavario en el
Oratorio masculino
de San Francisco de Sales en
Valdocco.
Para alcanzar las bendiciones del Señor sobre
los pueblos cristianos y los frutos de sus campos,
se ha organizado un octavario en honor de María
Santísima en este Oratorio, del 21 al 28 del
presente mes de mayo.
El horario de los tres primeros días es el
siguiente: Por la mañana, adecuado número de misas
rezadas; a las 10, misa solemne y exposición de
las Cuarenta Horas.
Por la tarde, a las 6, vísperas, sermón y
bendición con el SS. Sacramento. Durante los días
siguientes a las Cuarenta Horas, a las 7 de la
tarde se rezará el santo rosario, y se tendrá
sermón y bendición.
El jueves, 25, día de la Ascensión del Señor, y
el domingo, 28, las funciones sagradas seguirán el
horario normal del año.
Son encarecidamente invitados todos los fieles
cristianos, y particularmente los muchachos que
frecuentan este Oratorio, a participar en estas
sagradas funciones. El Sumo Pontífice concede
indulgencia plenaria a cuantos, habiendo confesado
y comulgado, visiten esta iglesia durante el
triduo de las Cuarenta Horas; así mismo Su
Santidad Pío IX, felizmente reinante, concede por
un decreto especial, la misma indulgencia plenaria
el domingo 28 del corriente, día en que se
clausura solemnemente el mes dedicado a María
Santísima.
((**It5.64**)) Durante
estas fiestas, volvió a contar don Bosco cómo
había visto en el aire un globo de fuego
luminosísimo sobre el terreno donde más tarde se
levantó la iglesia de María Auxiliadora. Parecía
que la Virgen confirmaba con esta señal que Ella
no había renunciado a tomar posesión de él. José
Buzzetti, testigo de estas palabras, recordaba a
don Bosco el año 1887 en Lanzo esta narración y le
decía:
(**Es5.58**))
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