((**Es5.527**)
>>Así que se le envió a Magone la carta de
admisión.
>>Pocos días después me lo veo aparecer.
-Bueno, aquí me tiene, dijo corriendo hacia mí.
Soy el Magone aquél con quien usted se topó en la
estación de Carmagnola.
-Ya lo sabía. Y qué, >>traes buenas
intenciones?
-Creo que sí; por lo menos no me falta buena
voluntad.
-Hombre, si vienes de verdad en buen plan, te
agradeceré muchísimo que no revoluciones toda la
casa.
-Puede usted estar tranquilo; no pienso darle
el menor disgusto. En el pasado, mi vida no ha
sido lo que se dice ejemplar; mas en el futuro va
a ser otra cosa. Dos compañeros míos ya están en
chirona, y yo...
-No te desanimes y dime si prefieres hacer
estudios o aprender un oficio.
((**It5.742**)) -Haré
lo que usted diga, pero, puestos a elegir,
prefiero estudiar.
-Pues en el caso de que te ponga a estudiar, >>qué
harías al terminar?
-Si un pillo como yo..., e inclinó la cabeza y
se puso a reír.
-Bueno, termina la frase. Si un pillo como
tú..., >>qué?
-Si un pillo como yo cambiase tanto que pudiese
llegar a ser cura, de muy buena gana me haría.
-Ya veremos qué es lo que puede salir de un
trasto como tú. De momento, pues, te pondré a
estudiar. Y en cuanto a eso de ser cura u otra
cosa, dependerá de ti, de tu aprovechamiento en
los estudios, de tu comportamiento, y de si das o
no señales de ser llamado al estado eclesiástico.
-Si es cuestión de voluntad, le aseguro que no
estará descontento de mí.
>>Magone fue presentado al Prefecto don Víctor
Alasonatti y, sin que él lo advirtiera, se le
asignó un compañero de los más antiguos en la casa
y de moralidad segura, para que le hiciera de
ángel de la guarda y no lo perdiera de vista. Esta
era la norma del Oratorio cuando se recibía un
alumno de moralidad sospechosa o no bien conocida,
para que fuera atendido y corregido si hubiera
necesidad.
>>El amigo de Magone tenía que estarle diciendo
a cada momento:
-Magone, déjate de esas conversaciones que son
malas. íNo digas esa palabrota! íNo sueltes cada
dos por tres el nombre de Dios! No seas tan fogoso
en las discusiones con tus compañeros.
>>Magone, aunque se le subía la sangre a la
cabeza, acababa por decir:
(**Es5.527**))
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