((**Es5.487**)((**It5.684**))
CAPITULO LVI
PRUEBAS Y DIFICULTADES PARA EMPEZAR LA
CONGREGACION -DON BOSCO ESCRIBE LAS PRIMERAS
REGLAS DE ACUERDO CON LAS NECESIDADES Y LA INDOLE
DE LOS TIEMPOS -MISTERIOSAS MOLESTIAS -CONSEJOS
INOPORTUNOS -SUGERENCIAS DE URBANO RATAZZI
-APROBACION DE OBISPOS Y DOCTOR
DON Bosco amaba la pobreza evangélica con el mismo
amor que el hijo más afectuoso ama a su madre, y
esta pobreza era su fortuna. De hecho, como premio
a tanta virtud, el Señor le había destinado para
fundar una sociedad de religiosos, de acuerdo con
las necesidades de sus tiempos, y que debía una
vez más cumplir el dicho del Apóstol: Nihil
habentes et omnia possidentes, (Sin tener nada y
poseyéndolo todo). Pero la empresa no era tan
fácil. Porque no se trataba de convocar, sino de
crear los pirmeros miembros de esta pía unión,
cuyo esfuerzo lo fiaba Dios a la constante
fidelidad de su humilde servidor. Aquí están las
pruebas.
((**It5.685**)) Ya
hemos dicho varias veces cómo don Bosco iba
invitando a cierto número de sus muchachos y
clérigos a quedarse en el Oratorio para ayudarle
en sus empresas, y que difícilmente logró
retenerlos. Escribió don Ascanio Savio:
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(**Es5.487**))
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