Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es5.482**) nuevas, bonitas y bien hechas, con la intención de que yo se las hiciera usar a don Bosco. Efectivamente, el sábado por la noche puse sobre su cama una de ellas, pero, con sorpresa, la hallé al día siguiente en el mismo sitio. Cuando nos encontramos, me dijo: >>-Juan, >>son estas camisas para que se las ponga un pobre sacerdote? >>-Si no se las pongo a usted, >>a quién tengo que ponérselas?, le respondí. >>-A quien lleve una vida regalona>>. Tenía el corazón despegado de todo lo que le pertenecía. Hacia 1860 , llegó a él un sacerdote llamado Boetti, de Mondoví, vestido de paisano y pidiéndole que lo vistiese conforme a su estado. Don Bosco le dio su sombrero, el manteo, se quitó la sotana de verano, que le habían ragalado aquellos mismos días, y se puso la de invierno a pesar de que abrasara la canícula de agosto, y le dio tam-bién los zapatos. Después, tuvo que fastidiarse yendo con ropa descosida que halló por casualidad en casa, hasta que la caridad del teólogo Golzio llegó en su ayuda y lo vistió de nuevo. Don Bosco no pensaba en hacerse ropa, ni aun cuando la que llevara estuviera demasiado usada; era menester que los demás lo recordasen. ((**It5.678**)) Nos asegura José Rossi que muchas veces tuvo que quitarle de la habitación los zapatos viejos con las suelas rotas y buscarle otros nuevos. A veces necesitaba sotana y manteo nuevo y había que entablar una especie de lucha para conseguir que los aceptara y usara. No tenía en ocasiones ropa suficiente para defenderse del frío, y decía: -La posesión del reino de los cielos compensará generosa y abundantemente nuestra pobreza. En ocasiones alguno que gozaba de plena confianza, al ver que le faltaba algo necesario, compadecido, le hacía una observación. Y él respondía: -Mira, de este modo se practica de veras la pobreza. No hay que hacer como esos religiosos a los que aludía San Bernardo: Quieren la pobreza, pero no las incomodidades de la pobreza; íquieren ser pobres con tal de que no les falte nada! Y luego añadía: -San Pablo dice bien claro que los seguidores de Cristo, adondequiera que vayan y hagan lo que hagan, han de contentarse con lo estrictamente necesario para la vida y el vestido con que cubrirse. Muy a menudo, debía emprender de golpe y porrazo un viaje o (**Es5.482**))
<Anterior: 5. 481><Siguiente: 5. 483>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com