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el huertecito de mamá Margarita, y escribía así en
plan jocoso:
Turín, 4 de abril de 1854
Muy apreciado Sr. Cura:
Aunque mi madre tiene aquí muchas y muy grandes
habichuelas, quiere, sin embargo, tener de las de
Sassi, por lo que ruega le envíe semilla de las
judías llamadas de la Reina, que ya le mandó en
otra ocasión.
Desea también otras verduras, si es que usted
las tiene, y que el portador de la presente le
dirá mejor de palabra.
Tengo casi cuatrocientos catequizandos en la
catequesis del mediodía. Esto quiere decir que aún
no han perdido la virtud estos pobres muchachos.
Recuérdeme ante el Señor y mándeme en cuanto yo
pueda servirle.
D. V.S.
Seguro servidor
JUAN BOSCO
Jefe de los pilluelos
P.D. Después de Pascua tendrá una visita.
La afirmación de don Bosco era muy justa:
reinaba la virtud entre los muchachos externos.
Aquellos pobrecitos, a pesar de las seducciones
del mal y el decaimiento de la moral pública y
cristiana, se dejaban arrastrar hacia el bien por
su palabra sencilla y cariñosa. Resultaba
imposible medir los saludables efectos de la
catequesis del Oratorio. Familias obreras enteras
volvían al Señor, ganadas por sus hijos, que
habían hallado en el Oratorio un refugio seguro
contra los malos ejemplos y deplorables lecciones
de la casa paterna. ((**It5.44**)) Muchos
fueron auténticos héroes para perseverar en el
bien. Baste un hecho.
-Si el domingo vuelves al Oratorio, decía a su
hijo y empleado un padre dueño de una tienda, a
mezclarte con esos miserables curas, dejarás de
ser mi empleado. Vete, si quieres, pero perderás
el sueldo que has empezado a ganar cada día.
El chaval siguió yendo al Oratorio y trabajando
sin ganar una peseta en la tienda del padre. Eso
sí, trabajaba con más entusiasmo e igual habilidad
que sus compañeros. Estos, haciendo coro a su
padre, le sonrojaban con sus chuflas soeces; pero
llegó un día en que su entusiasmo y su fe fueron
recompensadas con la conversión del padre.
En esto, llegó a Turín don Carlos Gilardi,
procurador general de los Rosminianos. Examinó el
plano de don Bosco para el edificio de la
imprenta, rechazó la idea de comprar la casita de
Coriasco y,(**Es5.44**))
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