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((**Es5.435**)((**It5.611**)) CAPITULO L LA COMISION ANUNCIA LA TOMBOLA A LOS CIUDADANOS -PROYECTO DE REGLAMENTO -CARTA DE DON BOSCO UNIDA AL ANUNCIO -LLEGADA DE REGALOS Y RECIBO DE ACEPTACION -EL MINISTRO DEL INTERIOR REGALA UN CUADRO -EXPOSICION DE LOS PREMIOS -LOS MUCHACHOS INTERNOS DEL ORATORIO Y EL ALISTAMIENTO MILITAR MIENTRAS tanto, la Comisión Promotora de la Tómbola publicaba y difundía entre los ciudadanos un manifiesto que nos parece digno de que figure en nuestra historia. Estaba concebido en estos términos: Invitación para participar en una Tómbola a favor de los Oratorios de San Luis en Puerta Nueva, de San Francisco en Valdocco y del Angel Custodio en Vanchiglia. La caridad evangélica que inspira a los hombres las más hermosas obras de beneficencia, aunque rehuya llamar la atención ajena sobre sí, sin embargo, cuando la gloria de Dios y el bien del prójimo lo requieren, no teme vencer la repugnancia en aparecer y tender la mano a la personas limosneras y hasta contar el bien que se ha hecho, para que sirva de estímulo y aliente a socorrer a los necesitados. Este pensamiento ha determinado a la Comisión organizada para esta Tómbola a dar una breve noticia de las obras principales que se realizan en estos Oratorios, y así ((**It5.612**)) hacer conocer a qué se destina el fruto que de ella se pueda obtener. Creemos que todo el mundo sabe cómo el sacerdote Juan Bosco, en su afán de promocionar moralmente a la juventud abandonada, consiguió abrir tres Oratorios masculinos en tres importantes puntos de la ciudad, donde, en los días festivos, es atendido el mayor número posible de muchachos en peligro, de la ciudad y de los pueblos de la provincia, que afluyen a la capital. En estos Oratorios hay una capilla para las funciones religiosas, unas cuantas dependencias para clases y un patio para recreo. Se les atrae con premios, y se les entretiene con gimnasia y otras interesantes diversiones, después de asistir a las funciones sagradas. El número de chicos que intervienen pasa, a veces, de tres mil. Cuando las estaciones del año lo permiten, hay clases de lectura, escritura, canto y música. Un buen número de distinguidos caballeros se prestan a enseñar el catecismo, a buscar trabajo con honrados patronos a los que no lo tienen, y a seguir asistiéndolos amablemente, como haría un buen padre, cuando conviene. En el Oratorio de Valdocco, hay además, escuelas diurnas y nocturnas, sobre (**Es5.435**))
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