((**Es5.40**)((**It5.37**))
CAPITULO V
LOS ORATORIOS FESTIVOS -AYUDA DEL CLERO SECULAR Y
REGULAR DE LA CIUDAD -PERSONAJES EN LAS FIESTAS
-ACERCAMIENTO DE LAS CLASES SOCIALES Y GRATITUD DE
LOS JOVENES A SUS BIENHECHORES -CONSUELOS MORALES
-AMOR AL SACERDOTE Y SUS SALUDABLES RESULTADOS
-CATEQUESIS CUARESMAL -ADMIRABLE PERSEVERANCIA DE
UN JOVEN EN SU ASISTENCIA AL ORATORIO -DON BOSCO
CEDE A ROSMINI EL TERRENO COMPRADO AL SEMINARIO,
PARA INSTALAR LA TIPOGRAFIA -DON BOSCO EN
CASTELNUOVO Y LA SORPRENDENTE CURACION DE UN
MUCHACHO -SECUESTRO DE LOS BIENES DEL SEMINARIO DE
TURIN
LOS diversos asuntos y las Lecturas Católicas no
disminuían el celo de don Bosco por los Oratorios
Festivos. Acudían muchos chicos a ellos para
aprender el catecismo. Los clérigos pasaban
domingos y fiestas enseñando la doctrina cristiana
de la mañana a la noche, asistiendo constantemente
en la iglesia y fuera de ella y jugando con los
chicos para animar sus recreos. En el Oratorio de
Valdocco rifaba don Bosco una vez al mes, después
de las funciones de la tarde alguna prenda de
vestir, comestibles y libros, lo mismo para
((**It5.38**))
internos que externos, y sobre todo para éstos,
con el fin de animarlos a asistir asiduamente a
las reuniones dominicales.
En los otros dos Oratorios había la misma
costumbre. En el de San Luis se encargaban los
clérigos de procurar los objetos para la rifa, y
el presbítero Demonte les fue regalando hasta 1861
cinco liras cada mes. Eran ellos tan hábiles que
con aquellas liras conseguían lo bastante para
contentar a los chicos. También les tocaba, en
ausencia del Director don Félix Rossi, joven
celosísimo pero de precaria salud, andar por Turín
buscando un sacerdote que se comprometiera a
celebrar la misa, predicar y confesar el domingo.
Y siempre encontraban quien se prestaba gustoso a
atender aquella obra de caridad. Para las
solemnidades y el ejercicio de la buena muerte
buscaban confesores de la ciudad y, si éstos no
podían acudir, entonces los(**Es5.40**))
<Anterior: 5. 39><Siguiente: 5. 41>