((**Es5.388**)((**It5.545**)) En el
extremo del pórtico, por la parte de la iglesia,
colocóse en un nicho una hermosa estatua de la
Virgen, ante la cual, adornada con guirnaldas y
luces durante el mes de mayo, rezaban las
oraciones de la noche los alumnos estudiantes
durante el buen tiempo. Bajo el nicho se ponían en
un cuadro las florecillas espirituales y
jaculatorias propuestas para cada día del mes de
María y de las novenas principales. Pero es el
caso que aquella hornacina esperaba otra estatua,
que durante diez años, del 1846 a 1856, había
hecho la guardia en casa Pinardi y había
desaparecido con los trabajos de demolición.
>>Qué había sucedido? Don Francisco Giacomelli
había encontrado la forma de substraerla, porque
quería tener consigo lo que él llamaba el más
famoso monumento de la fundación del Oratorio, es
decir, de las gracias de María y se la llevó a
Avigliana, a su casa paterna, donde siempre
recibió, y sigue recibiendo hoy después de su
muerte, las oraciones, las luces y las flores de
toda la familia.
En la pared de la parte opuesta a la estatua y
en el mismo pórtico, frente a la que es toda pura,
había esta inscripción:
<> (Tob. XII-10).
Los pecadores e inicuos son enemigos de su
propia vida.
Así mismo cada una de las doce pilastras por la
parte interior tenía su propia inscripción. Era el
decálogo:
I. Dominum tuum adorabis et illi soli servies.
(Mat. IV-10).
Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás
culto.
II. Non assumes nomem Dei tui in vanum. (Ex.
XX-7).
No tomarás en falso el nombre de tu Dios.
III. Qui blasphemaverit nomem Domini morte
morietur. (Lev. XXIV-16).
Quien blasfeme el nombre del Señor, será
muerto.
((**It5.546**)) IV.
Memento ut diem Sabbati sanctifices. (Exd. XX-8).
Recuerda el día del sábado para santificarlo.
V. Honora patrem et matrem tuam et longaevus
eris super terram. (Ex. XX-12).
Honra a tu padre y a tu madre y prolongarán tus
días sobre la tierra.
Qui maledixerit patri vel matri aut eos
percusserit morte moriatur. (Ex. XXI-15).
El que trate sin respeto o pegue a su padre o a
su madre, morirá.
VI. Non occides. (Ex. XX-13).
No matarás.
Omnis homicida non intrabit in regnum coelorum.
Ningún homicida entrará en el reino de los
cielos.
VII. Non moechaberis. (Ex. XX-14).
No cometerás adulterio.
Impudici non intrabunt in regnum Dei.
Los deshonestos no entrarán en el reino de
Dios.
(**Es5.388**))
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