((**Es5.335**)((**It5.468**))
CAPITULO XXXVIII
LA OBRA DE LAS CONFERENCIAS DE SAN VICENTE DE PAUL
-FUNDACION DE UNA CONFERENCIA LIBRE EN EL ORATORIO
DE VALDOCCO -ES AGREGADA AL CONSEJO SUPERIOR DE LA
OBRA EN TURIN -ALGO DE HISTORIA SOBRE LAS
CONFERENCIAS ANEJAS EN LOS ORATORIOS DE DON BOSCO
TODAVIA no se ha hablado de una institución, hace
casi dos años organizada por don Bosco en el
Oratorio en pro de los jóvenes externos y que el
once de mayo de aquel mismo año recibía su ansiado
reconocimiento.
Ya hemos visto cómo en 1850, para honrar y
promover la práctica de la virtud, y en particular
la caridad hacia el prójimo de su amado san
Vicente de Paúl, don Bosco promovió la fundación
de la Obra de las Conferencias en Turín, donde aún
no existían. A finales de 1853 tuvo la
satisfacción de que se contara con cuatro. Durante
el 1854, se constituyó en su seno una comisión
especial para ayudar a las necesidades de los
pobres, mucho más numerosos a causa del cólera.
Esta comisión socorrió desde el 27 de agosto hasta
el 30 de noviembre, a 430 familias, con un gasto
de casi 3.000 liras, en el ámbito parroquial
((**It5.469**)) de
Borgo Dora, donde más que en ninguna otra parte de
la ciudad se cebó la terrible enfermedad.
Pero al repartir las ayudas se advirtió que
muchas de las familias pobres procedían de Saboya
y de Francia; por eso en noviembre del mismo año
se organizó regularmente una nueva Conferencia,
destinada particularmente a su cuidado, bajo la
advocación de San Francisco de Sales. Como quiera
que por aquel entonces se encontraba en Turín el
abate Mermillod, más tarde obispo de Ginebra y
Cardenal, inauguró él mismo la caritativa empresa,
a la que no fue ajeno don Bosco, como tampoco lo
fue a los socorros que tanto ayudaron en Borgo
Dora.
No en balde formaba una sola alma con el
infatigable conde Carlos Cays de Giletta, primer
presidente del consejo particular de la Sociedad
de San Vicente de Paúl, verdadero padre de los
pobres. Se
(**Es5.335**))
<Anterior: 5. 334><Siguiente: 5. 336>