((**Es5.224**)
Y agregaba: <((**It5.306**)) al
Parlamento con toda energía que tal ley fuera
rechazada>>.
Entretanto, don Bosco escribía desde Turín al
señor conde Pío Galleani d'Agliano.
Ilmo. y Benemérito Señor:
De vuelta de los ejercicios espirituales en San
Ignacio, juzgo mi deber escribir a V.S. Ilma. con
el fin de darle las gracias y descargar mi
conciencia.
Le estoy muy agradecido por las ciento treinta
liras de los billetes de la lotería encomendados a
su caridad; recibí también, del panadero Fornello,
ciento cinco kilogramos de pan que servieron para
dar de comer a los muchachos huérfanos y pobres
asilados en este Oratorio; asimismo le agradezco
los quince kilos mensuales que su bondad ha tenido
a bien fijar en favor de esta casa.
Estas obras insignes de caridad serán nuevas
perlas preciosas que, junto con tantas otras,
adornarán la corona de gloria que V.S., con la
prudencia de la serpiente y la candidez de la
paloma, se va preparando y asegurando el cielo
cada día.
Ahora me encuentro en una nueva necesidad, pero
de distinto género. Llevo entre manos un trabajo
para las Lecturas Católicas, y me vendría muy bien
salir unos días de Turín para entregarme de lleno
a él. Se me ha ocurrido la idea de ir a Carraglio
y precisamente a casa de V.S., pero antes de
entrar pidamos permiso al dueño. Por tanto, si
usted me concede un rinconcito donde colocar a mi
pobre persona, con algunos libros y cuadernos, y
algo ad refocilandam famem (para acallar el
hambre), yo saldría de ésta el seis de agosto por
la mañana y volvería el sábado de la misma semana.
Usted me dirá: >>se pagará pensión? Por suerte,
partiremos a medias el fruto de mi trabajo. O sea
que, si de ese folleto se saca algún provecho para
las almas, le cedo a usted la mitad por la
hospitalidad prestada.
Mientras tanto, ruégole de corazón acepte la
presente carta, escrita quizás con exceso de
confianza; por lo demás, no dejaré ((**It5.307**)) de
rogar y hacer rogar al buen Dios por usted y su
familia.
Con todo mi aprecio y gratitud, tengo el honor
de profesarme.
De V.S. Ilma. y Benemérita.
Turín, 31 de julio de 1855
S.S.
JUAN BOSCO, Pbro.
A la respuesta de este buen señor, correspondía
don Bosco con la siguiente:
Benemérito Señor Conde:
>>Un hombre como don Bosco montado en el coche
de V.S. Ilma.? Hay peligro de escandalizar a todos
los demócratas de Caraglio; sin embargo, como
quiera que honor est honorantis (el honor es de
quien honra), acepto generoso el ofrecimiento del
coche, tanto más que desconozco absolutamente los
caminos y pueblos de esa zona.
(**Es5.224**))
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