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congregación religiosa. Convocó, pues, una
reunión, en la que habló del gran bien que muchos
juntos podrían hacer a los demás y particularmente
a los niños. El clérigo Rúa guardó memoria de ella
en una crónica particular, que aún se conserva en
los archivos.
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La propuesta impresionó mucho a aquellos buenos
clérigos y halló eco en sus corazones, preparados
por sus pláticas, en las que aunaba a sus ((**It5.10**)) fines
secretos los pensamientos que dirigía a los otros.
Por lo general, exponía a su auditorio las
verdades religiosas, sirviéndose de ejemplos de la
historia eclesiástica y de la de los Papas. Y para
asegurarse de haber sido comprendido y excitar la
emulación, al teminar de hablar, solía preguntar a
algunos de los oyentes, lo mismo internos que
externos, qué reflexiones podían hacerse o qué
enseñanzas sacar de aquellas narraciones. Así
conseguía que estuvieran muy atentos y aguzaba su
inteligencia. Recogía las diversas respuestas y de
ellas deducía las distintas enseñanzas que se
podían alcanzar, las compendiaba en una máxima
general y la aplicaba a la vida de sus muchachos;
de este modo juntaba instrucción y moral.
Era admirable la sencillez, el orden, la
claridad, el afecto con que pintaba los vínculos
fraternales de los antiguos cristianos y la unión
filial de los ministros del altar con el Sumo
Pontífice y con sus Obispos, el esplendor de las
virtudes de las primeras órdenes monásticas y las
dificultades del apostolado y conversión de los
pueblos. A continuación preguntaba públicamente a
uno de sus clérigos cuál había sido la causa de
tan saludables efectos, y llegaba a esta
conclusión en medio de la atención general:
-La obediencia une, multiplica las fuerzas y,
con la gracia de Dios, obra milagros.
De los sermones de don Bosco y de sus
magníficos ejemplos, brotó y creció en muchos
corazones el germen de la vocación religiosa o
sacerdotal, que se convirtió en gloria del
Oratorio y de la Iglesia.
Después, procuró formarlos en la práctica de las
virtudes necesarias a su estado, especialmente en
el espíritu de humildad y de sacrificio,(**Es5.21**))
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