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((**Es5.21**) congregación religiosa. Convocó, pues, una reunión, en la que habló del gran bien que muchos juntos podrían hacer a los demás y particularmente a los niños. El clérigo Rúa guardó memoria de ella en una crónica particular, que aún se conserva en los archivos. <>. La propuesta impresionó mucho a aquellos buenos clérigos y halló eco en sus corazones, preparados por sus pláticas, en las que aunaba a sus ((**It5.10**)) fines secretos los pensamientos que dirigía a los otros. Por lo general, exponía a su auditorio las verdades religiosas, sirviéndose de ejemplos de la historia eclesiástica y de la de los Papas. Y para asegurarse de haber sido comprendido y excitar la emulación, al teminar de hablar, solía preguntar a algunos de los oyentes, lo mismo internos que externos, qué reflexiones podían hacerse o qué enseñanzas sacar de aquellas narraciones. Así conseguía que estuvieran muy atentos y aguzaba su inteligencia. Recogía las diversas respuestas y de ellas deducía las distintas enseñanzas que se podían alcanzar, las compendiaba en una máxima general y la aplicaba a la vida de sus muchachos; de este modo juntaba instrucción y moral. Era admirable la sencillez, el orden, la claridad, el afecto con que pintaba los vínculos fraternales de los antiguos cristianos y la unión filial de los ministros del altar con el Sumo Pontífice y con sus Obispos, el esplendor de las virtudes de las primeras órdenes monásticas y las dificultades del apostolado y conversión de los pueblos. A continuación preguntaba públicamente a uno de sus clérigos cuál había sido la causa de tan saludables efectos, y llegaba a esta conclusión en medio de la atención general: -La obediencia une, multiplica las fuerzas y, con la gracia de Dios, obra milagros. De los sermones de don Bosco y de sus magníficos ejemplos, brotó y creció en muchos corazones el germen de la vocación religiosa o sacerdotal, que se convirtió en gloria del Oratorio y de la Iglesia. Después, procuró formarlos en la práctica de las virtudes necesarias a su estado, especialmente en el espíritu de humildad y de sacrificio,(**Es5.21**))
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