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personas y lamentaba la mala costumbre de ciertos
padres que dejaban jugar juntos a chicos y chicas,
que él llamaba <>. Recordaba
también que San Felipe Neri no quería dejar que
los niños se divirtieran ni siquiera con sus
hermanas.
Por estos motivos les daba a entender que le
proporcionarían un gran placer no yendo a
vacaciones, o bien volviendo pronto al Oratorio,
prometiéndoles recompensar aquel sacrificio con
entretenimientos, meriendas, representaciones
teatrales y excursiones deliciosas. Ya había
suprimido las vacaciones de Navidad y Carnaval,
que en los primeros años se vio obligado ((**It5.279**)) a
conceder a algunos porque así se hacía en todos
los colegios; y ahora, y durante algunos años más,
toleró las vacaciones de Pascua. Pero las otoñales
duraban desde las primeras semanas de julio hasta
cerca del 20 de octubre; por lo cual don Bosco
había establecido que a mitad de agosto se llamara
a los alumnos a sus pueblos, para asistir durante
un mes entero a clases de reparación, de repaso y
de preparación para los cursos superiores. Y era
norma que el alumno que sin motivo justificado no
se presentara durante aquel mes no sería aceptado
para el curso siguiente. Estaba además fija en su
mente la idea de suprimir también, cuando pudiera,
las vacaciones de Pascua y reducir las otoñales a
un solo mes.
Todas estas disposiciones y planes eran fruto
de su heroica caridad.
De hecho, ello le costaba mayores gastos de
mantenimiento gratuito, que al aumentar los
muchachos hasta más de ochocientos, llegó a ser
enorme; renunciaba de buena gana al descanso que
hubiera podido disfrutar al menos en esta época
del año, y aceptaba de buen grado nuevos trabajos
personales y las preocupaciones a ellos anejas.
En la primera quincena de julio, terminados los
exámenes de los estudiantes, se celebraba la
distribución de premios, que don Bosco solía
cerrar con un discursito lleno de afecto. Un
antiguo alumno nos ha transmitido el recuerdo de
uno de ellos que, salvo el haber sido pronunciado
en 1855, parece de este tiempo. Don Bosco dijo que
el primer premio correspondía a María Santísima,
por los muchos favores que había dispensado aquel
año a los alumnos, y narró el siguiente hecho:
<((**It5.280**)) a la
fiesta
(**Es5.206**))
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