Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es5.130**) religioso respeto y como en un ambiente de paraíso. íQué bien sabía él inspirar con pocas palabras un amor ardiente a la castidad!>>. Hay que añadir que nunca se le vio usar con sus muchachos ciertas caricias que otros usan honestamente. Como premio o signo de benevolencia, se limitaba a poner un instante la mano sobre la cabeza, sobre el hombro o en la mejilla, rozándola apenas con la punta de los dedos. <>. Hay que notar que, cuando un alumno iba a hablar a solas con él, en su aposento, lo trataba con un recato todavía mayor; aunque siempre afectuoso en sus palabras, no se permitía ninguna de las muestras dichas, ni aún mínimas, de familiaridad. Desde el principio hasta su último respiro continuó don Bosco con su actitud prudente, ingenua y santa, infundiendo amor a la ((**It5.169**)) pureza y, por lo mismo, a la virginidad en sus muchachos. Aunque éstos fueran un conjunto de gente diversa y de toda condición y origen, quedaron tan prendados de ella, y la tenían en tal estima, que el fulgor de tan bella virtud brillaba de un modo singular en la mayor parte de ellos. Se manifestaba en sus palabras, en su mirada y en el mismo porte de su persona. Es indecible el horror que sentían por el pecado. De ahí aquella hondura de piedad amada, sólida y verdadera que era la característica del Oratorio: una piedad casi superior a su edad e increíble para los profanos. Nosotros lo hemos visto mil veces en la iglesia: su rostro presentaba siempre un aspecto tan amable que encantaba, y tenía su mirada tal fuego de inestimable candor que no hay pluma capaz de describirlo. Es el reflejo del rostro del Señor: Beati mundo corde quoniam ipsi Deum videbunt, (bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios). Algunos de estos muchachos eran llevados por don Bosco, sin que ellos lo supieran, a ciertas familias nobles de la ciudad para edificación de sus hijos, y, a veces, con idéntico fin, había señores y nobles de Turín que llevaban a sus hijos a las funciones del Oratorio. La causa de la gran caridad y pureza de aquellos jóvenes nos la hizo notar un excelente y veterano profesor, que fue alumno del Oratorio: (**Es5.130**))
<Anterior: 5. 129><Siguiente: 5. 131>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com