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de los buenos y castigo o conversión de los malos;
presentaba el imperio de la Iglesia sobre ellas
con los exorcismos, la posible existencia del
trato y amistad del hombre impío con el demonio,
la realidad del hecho, castigado por la Iglesia
con muy severas penas; y finalmente recordaba que
el magnetismo, salvo el puramente mineral o
animal, como ya lo definió la Sagrada Congregación
de la Santa Inquisición, juntamente con los
fenómenos de las mesas giratorias y parlantes,
eran una magia diabólica, por cuanto producían
efectos desproporcionados a la causa. Pero
declaraba el autor que la impostura o la
ignorancia de causas físicas podía crear en
muchísimos casos falsos juicios; que Dios
misericordioso no es fácil en permitir, en los
países donde reina la fe católica, que el demonio
se extralimite con perjuicio de los fieles o en
favor de la superstición. Sugería además los
medios y las armas para rechazar y huir de los
espíritus malignos. Añadía un capítulo sobre los
tristes efectos de las maldiciones, imprecaciones
y blasfemias.
Este libro apareció publicado en 1862 con el
título de: El poder de las tinieblas, es decir,
observaciones dogmático-morales sobre los
espíritus maléficos, seguidas de la relación de
una comunicación diabólica sucedida en el año 1858
en Val de la Torre. Es éste un pueblo de la
montaña de la archidiócesis de Turín, en la
Vicaría de Pianezza, donde la aparición de María
Santísima liberó a una desdichada muchacha.
Don Bosco publicó este libro, que tuvo una
rápida venta, en las Lecturas Católicas, con más
de 15.000 ejemplares. Agotada la primera edición,
le llegaban de todas partes peticiones para una
segunda, prueba del gran bien que había producido
aquel trabajo. Y don Bosco volvía a editar en 1863
((**It4.733**)) otros
20.000 ejemplares que alcanzaron tal éxito que no
queda ni uno solo de muestra.
No satisfecho con esto, al ver a tantos ilusos,
particularmente entre el pueblo, que seguían las
extravagancias del magnetismo, encargó a un
compañero de escuela y gran amigo suyo, doctor en
medicina y cirugía, el turinés Gribaudo, que
escribiera otro opúsculo titulado: El magnetismo
animal y el espiritismo, dándole él mismo el
primer esbozo y corrigiendo las pruebas. Salió a
la luz el año 1865 en la colección de Lecturas
Católicas. El doctor Gribaudo se apoyaba en la
divina prohibición hecha al pueblo hebreo bajo la
amenaza de exterminio: <(**Es4.559**))
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