((**Es4.540**)
-Decídase a obedecer, o íes hombre muerto!
-Dispare, dijo don Bosco tranquilo, clavando
una mirada imponente en su rostro.
En aquel instante se oyó un fuerte golpe que
retumbó por la habitación y asustó a los dos
señores, que metieron las pistolas en el bolso.
>>Qué había sucedido? Cagliero, al no poder captar
el sentido de las últimas palabras pronunciadas
con una voz ronca y baja, temió cualquier mal para
don Bosco, por lo que dio un fuerte puñetazo en la
puerta y voló en busca de Buzzetti, que acudió al
instante. Juntos los dos, llegaron a la puerta de
don Bosco, dispuestos a entrar; pero, en aquel
mismo instante, salían los señores nerviosos y
temblando. Don Bosco iba tras ellos con su bonete
en la mano, despidiéndoles cortésmente y
tranquilo. Dos veces más tuvo aún Cagliero ocasión
de salvar la vida de don Bosco.
((**It4.707**)) <>. Nos contó el señor Pascual Spinardi:
<>.
Resulta maravilloso ver la tranquilidad de don
Bosco en tales encuentros, pero no se puede
olvidar la ansiedad con que le tocaba vivir a mamá
Margarita. íCuántas veces dio gracias al Señor al
ver fallidos los golpes con que atentaban contra
él! La casa del Oratorio estaba aislada en medio
de huertas y prados y sin tapia continua
alrededor; se vio obligado a poner un cancel de
hierro al pie de la escalera, para cerrar el paso
que a través de la galería conducía a la estancia
de don Bosco. Allí colocaba a menudo en guardia,
particularmente de noche, a algún joven fornido.
Más aún, hizo venir de
(**Es4.540**))
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