Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es4.537**) Reviglio y a Buzzetti, los cuales, fuertes como eran, corrieron hasta la galería, le impidieron la entrada en la habitación de don Bosco, le obligaron a bajar y, ayudados por los demás, le echaron fuera del patio. Este había sido encarcelado otra vez; pero don Bosco, que fue llamado a comisaría, declaró que no quería querellarse, y, gracias a su intervención, fue puesto inmediatamente en libertad. Así lo aconsejaba la prudencia, porque las autoridades hubieran sido indulgentes con el culpable y la odiosidad contra el sacerdote hubiera aumentado. Pero, >>quién empujaba a aquel sujeto a tanta perfidia? El comendador Dupré, amigo de don Bosco e insigne bienhechor de sus hijos, nos puso en condiciones de poder responder a esta pregunta. ((**It4.703**)) Este, al ver que no se podía alcanzar de la fuerza pública una defensa segura, se encargó de hablar con aquel desventurado, que día y noche mantenía en angustiosa aprensión al Oratorio. Yo soy un pagado, respondió el bellaco; denme lo que otros me dan, y me marcharé. Comprendida la respuesta, se le entregaron ochenta liras por alquiler vencido más otras ochenta anticipadas, y se acabó con la continua amenaza, que pudo haberse convertido en sangrienta tragedia. Y el Andreis se amansó, don Bosco le había perdonado todo, tratándole con la dulzura que solía emplear siempre con sus ofensores. <>. Más engañosa aún fue la agresión que vamos a describir, de la que don Bosco no salió totalmente incólume. Poco tiempo después de los hechos referidos, un domingo hacia el anochecer, fue llamado don Bosco por un hombre para confesar a una enferma en casa Sardi, casi enfrente del Refugio. Los hechos precedentes le sugirieron dejarse acompañar por dos jóvenes fuertes y valientes. -Deje, deje a sus jóvenes en casa, dijo aquel tal, no les moleste; ya le acompañaré yo mismo. Estas palabras aumentaron las sospechas y produjeron el efecto contrario; por tanto, don Bosco, llamó a cuatro más. Estaban entre ellos Jacinto Arnaud y Santiago Cerruti, tan robustos y forzudos, (**Es4.537**))
<Anterior: 4. 536><Siguiente: 4. 538>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com