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mil cuatrocientas liras; con los gastos de
manutención del Asilo y su correspondiente
capilla, a los que hay que añadir los gastos
ordinarios, indispensables por la extrema miseria
de algunos muchachos; y con todo esto, se ve
obligado a terminar con tan laudable Institución,
ya que debe recurrir con demasiada frecuencia a
las personas que hasta ahora le ayudaron. Desearía
él, por tanto, que el Senado se interesara
benévolamente por una obra tan provechosa, y la
apoyase con sus deliberaciones.
La Comisión, no contenta con lo expuesto por el
peticionario, y, aunque ya conocía Institución tan
benéfica, quiso, sin embargo, obtener mayores
informes. Y resultó que, a más de los deberes
religiosos que allí se practican en los días
festivos para bien de tales muchachos, a quienes
se proporciona además la instrucción necesaria,
los benéficos fundadores se han propuesto otro
fin, a saber: enseñarles, a más de lo dicho,
dibujo lineal, historia sagrada, historia patria y
las nociones de la ley al alcance del pueblo, a
las que hay que añadir gimnasia, juegos de
destreza, carreras, etc. etc.
Se pensaba también excitar la emulación con
alguna exposición de objetos de arte, de
industria, con alguna academia y distribución de
premios. Todo esto quería hacerse, pero no todo
pudo llevarse a cabo por falta de medios y las
críticas eventualidades que se presentaron. La
idea que os expuse de esta Institución se presenta
por sí misma como eminentemente religiosa, social,
provechosa, y no se necesitan muchas palabras para
convenceros de ello. Sería un gravísimo daño para
toda la ciudad, si en vez de prosperar Institución
tal, y conseguir ((**It4.47**)) el
desarrollo que se habían propuesto esos buenos
amigos del pueblo que la cuidan, tuviera que
interrumpirse o perderse por completo, por no
encontrar una mano bienhechora que sostenga ese
bien, incompleto,
que hasta ahora se conserva. Vuestra Comisión
creería faltar a sí misma, al Senado que la honró
con encargo tan preciado, a la Sociedad, si con
toda la convicción de su ánimo no os propusiera
enviar instancia como ésta al Ministerio del
Interior, para que se decida a socorrer
eficazmente Obra tan útil y provechosa.
Giulio.- Con mi profundo disgusto cumplo de
nuevo el desagradable deber de impediros entrar
por un camino al que todos somos arrastrados por
el corazón, el camino de la caridad legal, camino
que yo creo funesto, camino por el que espero no
querrá el Senado entrar a propósito de una
petición.
Yo vuelvo a proponer sobre esta petición la
orden del día.
Sclopis.- Las consideraciones expuestas, por
segunda vez, por(**Es4.46**))
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