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Pero don Bosco, siempre dispuesto a someterse
profundamente a las disposiciones del Señor, lo
mismo entonces que en mil otras circunstancias
dolorosas, no soltó un lamento, no se le vio
triste y melancólico, ni asustado, sino que, con
el rostro alegre, animaba a los alumnos con sus
dulces palabras. Repetía públicamente:
-Sicut Domino placuit; sit nomen Domini
benedictum (Así lo quiso el Señor; bendito sea su
nombre). Aceptamos todo lo que nos sucede como
permitido por su mano y os aseguro que el Señor
tendrá muy en cuenta nuestra sumisión.
-Sí, repetía, hemos de dar gracias al Señor y a
la Santísima Virgen para que, en medio de los
tristes sucesos que oprimen a la humanidad, tienda
siempre su mano benéfica y providencial para
mitigar nuestras desventuras.
Solía repetir para sí mismo: Nada te turbe,
quien a Dios tiene nada le falta. El Señor es el
amo de casa; yo soy su humilde criado. Lo que
gusta al Señor debe gustarme también a mí.
Una carta suya al párroco de Capriglio, nos da
testimonio fehaciente de la santa paz que reinaba
en su alma.
Queridísimo Señor Cura:
Ya he hablado con el Señor Curtine, Oficial
Primero de la Orden de San Mauricio y le encontré
muy propicio sobre el particular: hágase el
valiente y, sin nombrarme a mí, escriba otra carta
al citado señor y otra al señor Cibrario; espero
un buen resultado: repetita iuvant (a fuerza de
repetir, se alcanza).
Tengo aquí una clase de griego y necesito
algunos libros que están en mi casa, en I Becchi.
Me hará un gran favor si va por allí o envía a
alguien, por ejemplo al señor Duino, a buscar esos
libros y me los remite lo antes ((**It4.517**))
posible, y de este modo me ahorraré unos céntimos,
comprando otros. He tenido una desgracia: la casa
en construcción se arruinó casi del todo, cuando
ya estaba casi cubierta: sólo hubo tres heridos
graves y ningún muerto; pero, un susto y una pena
tal, como para llevar al pobre don Bosco al otro
mundo.
Sic Domino placuit (Así lo quiso el Señor).
Quiérame en el Señor, salúdeme a su estupendo
señor vicepárroco y mándeme, si para algo valgo,
como guste. Siempre,
De V.S.
Turín, 6 de
diciembre de 1852
Afectísimo
amigo
JUAN BOSCO,
Pbro.
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