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propiedad legal de la casa Pinardi, escribió una
carta a don Bosco, para tranquilizarse. Don Bosco,
le respondió de este modo:
Muy querido señor Canónigo:
Respondo a V. S. Carísima, sobre lo referente a
mi posición frente al Gobierno. Como el local es
de mi propiedad, creo yo que, ante cualquier
contingencia, todo nuevo edificio siempre será del
dueño del terreno; sin embargo, para evitar
cualquier duda, he hecho de forma que las ofrendas
procedentes de la caridad privada, la tómbola
comprendida, se emplearan totalmente en la
construcción de la iglesia, salvo lo obtenido de
una pequeña parte de la casa, vendida hace unos
años por estas vecindades, lo mismo que lo que voy
sacando del paraje puesto en venta allí, todo ello
dedicado a la construcción de la casa. Me han
asegurado los mejores abogados que de este modo el
Gobierno no puede entrometerse en esta propiedad.
Pero... >>y una vez muerto don Bosco? Ahí
estaba la dificultad.
Atendidas las circunstancias de los tiempos y no
pudiéndose asegurar de otro modo la perpetuidad de
la propiedad, invité al teólogo Borel, al teólogo
Murialdo y a don José Cafasso a intervenir en la
compra de todo ello; luego se hizo testamento de
mancomún, ((**It4.506**)) en
beneficio recíproco, de modo que, a la muerte de
uno, la propiedad pasa a los tres supervivientes,
los cuales quedan libres para asociarse con otro
individuo: bien entendido que de este modo hay que
pagar el derecho de sucesión por la parte del
difunto. He consultado a varios jurisperitos de mi
confianza y no he podido encontrar otro expediente
sobre el particular. En cuanto a la nueva
adquisición de que se trata, me someto totalmente
a cuanto el señor abate Rosmini estime
conveniente, según su prudencia, ofreciéndome con
todas mis débiles fuerzas a cooperar en cuanto
pueda redundar a mayor gloria de Dios y salvación
de las almas. Ruégole presente mis más humildes
respetos al antedicho señor abate Rosmini, y
encomendándome a sus oraciones, le deseo todo bien
del Señor declarándome,
De V. S. Carísima
Turín, 24 de
noviembre de 1852
Afectísimo
servidor y amigo
JUAN BOSCO,
Pbro.
P. S. Mientras escribo la presente, su señora
madre trabaja en el salón de los objetos
limpiándolos y arreglándolos: está encantada de su
visita.
(**Es4.388**))
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