((**Es4.314**)
prestado este favor a la juventud de Turín, y
alégrese, porque éste alcanza también a muchísimos
jóvenes de su Diócesis, los cuales, teniendo que
pasar una gran parte del año en la capital, en
razón de su oficio, acuden en número ejemplarmente
considerable a este Oratorio para divertirse,
instruirse y santificar los días dedicados al
Señor. Ya sabe, Monseñor, que, a pesar de las
generosas limosnas de piadosas y caritativas
personas, llegaron a faltarme los medios para
continuar el sagrado edificio, pero la Divina
Providencia tendió benignamente su mano y me
procuró nuevos medios a través de una tómbola.
Apenas fue ésta anunciada, la acogió
favorablemente la caridad pública, y hubo
muchísimos distinguidos personajes y beneméritas
señoras que, con celo verdaderamente católico,
tomaron parte en ella, y de tal forma la
promovieron que, gracias a ellos, los regalos
superaron todas mis esperanzas, lo mismo por su
valor que por su número, de tal modo que, al día
de hoy, pasan de tres mil ciento; ahora espero que
las personas piadosas y pudientes seguirán
haciéndome el favor de adquirir los boletos de los
que depende la terminación de la santa obra.
Confortado y ayudado de este modo, tengo la
satisfacción de anunciarle que los trabajos de
construcción siguen con toda la rapidez ((**It4.407**)) posible
y confío en el Señor que el veinte de junio
próximo, día dedicado por nosotros a Nuestra
Señora de la Consolación, se podrá, para
satisfacer nuestra urgente necesidad, entrar en la
nueva iglesia, bendecirla y celebrar en ella las
sagradas funciones. Imagínese, Monseñor, la
alegría y la satisfacción que me embargan al
pensar en la solemnidad que tendrá lugar ese tan
suspirado día.
No pudiendo, como yo querría, demostrar mi
agradecimiento a V. S. Ilma. y Rvdma. y a sus
diocesanos, por sus limosnas y por haber ayudado
eficazmente a la tómbola, me empeñaré en recibir
con la mayor amabilidad posible a todos los
jóvenes de Biella que acudan al Oratorio, y no
ahorraré nada para que puedan aprovecharse de las
escuelas y de la instrucción religiosa.
Lo que puedo y no dejaré de hacer es unirme a
los muchachos, que la Divina Providencia me
confía, y rogar con ellos constantemente al Señor
para que compense generosamente con sus
bendiciones a V. S. Ilma. y Rvdma. y a cuantos con
su caridad ayudaron y siguen ayudando a esta obra
benéfica. Permítame, Monseñor, que le ruegue
quiera seguir todavía protegiendo al Oratorio y
otorgar su bendición a la nueva iglesia, a la
tómbola, y a todos los hijitos del Oratorio; y con
ellos también a mi persona, que lo necesita más
que todos ellos.
Dígnese entretanto aceptar los sentimientos de
mi sincera gratitud,
(**Es4.314**))
<Anterior: 4. 313><Siguiente: 4. 315>