((**Es4.265**)
<((**It4.341**)) para el
porvenir; pero sólo tiene catorce años; es preciso
que continúe sus estudios>>.
Dirigía otra carta al conde Javier Provana de
Collegno.
Ilustrísimo Señor:
Entiendo cuán importante es que nos ocupemos
del muchacho recomendado por la bondad de V. S.
Ilustrísima, y le aseguro que pondré todo mi
empeño.
Pero, como me encuentro en un momento difícil,
falto de medios y también de local, déme todavía
cinco o seis días de tiempo, y yo haré de modo que
se le pueda colocar de alguna forma aquí o en casa
de una familia segura.
Agradezco de todo corazón el buen recuerdo que
de mí conserva.
Recomiéndeme al Señor y acepte me repita con la
máxima veneración,
De V. S. Ilustrísima,
Turín, 21 febrero 1852
S.S.S.
JUAN BOSCO, Pbro.
Mientras tanto, las clases de latín daban
excelentes frutos. El muchacho Cagliero demostraba
gran talento y buen humor. Era siempre el primero
en los juegos, jefe y maestro de gimnasia y
emprendedor en sumo grado.
Pero, al principio, parecía que su fogosa
índole no se podía frenar. Particularmente cuando
iba a la escuela, no había modo de que pudiera
plegarse a ir en compañía con los otros. El
clérigo Rúa, que era el encargado de la
vigilancia, no lograba tenerlo a raya. El, apenas
salían del Oratorio, ((**It4.342**)) corría
hasta la plaza de Milán, donde siempre había
titiriteros, echaba una ojeada a los juegos, y
cuando sus compañeros llegaban a la puerta del
profesor Bonzanino, se encontraban con Cagliero
que les esperaba allí, impregnado de sudor.
Le decía Rúa a menudo:
->>Por qué no vienes con los demás?
-íVaya! Porque a mí me gusta así; >>qué mal hay
en ir por una calle mejor que por otra?
->>Y la obediencia?
(**Es4.265**))
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