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más celebres abadías de los Benedictinos en
Piamonte. De ((**It4.119**)) una
simple ermita, construida hacia el año 990, por
inspiración de San Miguel, a un tal Juan de
Rávena, santo varón que allí vivía retirado, fue
transformada, pocos años después, en una
majestuosa iglesia de estilo gótico, con un gran
convento anejo para los monjes, por Hugo de
Montboisier apodado Scucito (desprendido),
gentilhombre de Auvernia. Hugo, que hizo construir
este monasterio a sus expensas, en penitencia a
sus pecados, para satisfacción de los cuales había
peregrinado a Roma, encargó los trabajos de
construcción a Atverto o Avverto 1, abad de
Lusathe en Francia, el cual, terminadas las obras,
llamó para ocupar el convento a los monjes
benedictinos, que eligieron al mismo Atverto como
abad. Corrió de tal modo, en poco tiempo, la fama
de su santidad, que el monasterio llegó a contar
hasta trescientos monjes; el Papa y los Obispos,
el Rey y los Duques fueron a porfía para
concederle privilegios y donativos. Habiendo
decaído la primitiva disciplina regular, el año
1383 pasó a ser abadía comendaticia 2 bajo el
protectorado de los condes de Saboya, y como tal
continuó hasta la invasión francesa, al principio
de este siglo, cuando, con todo lo demás, fue
suprimida también esta célebre abadía. Nuestros
buenos soberanos Carlos Félix y Carlos Alberto
restauraron los daños causados por el tiempo, la
embellecieron y fue cedida a los padres
rosminianos, que hoy os reciben con tanto afecto y
generosidad. Entre este monte donde nos
encontramos, que se llama Pircheriano 3, y el que
veis enfrente, llamado Caprasio, contempláis en el
fondo ese valle de poco más de mil pasos de
anchura. Ese valle forma la presa o garganta de
Susa, llamada así porque cierra en cierto modo el
paso a los ejércitos que por él bajaran de
Francia. Este paso es célebre en la historia por
la estratagema de Carlomagno, el cual, para
socorrer al Pontífice de Roma atravesó esa
garganta y atrapó por la espalda a Desiderio, rey
de los Longobardos, lo venció y puso fin a su
reino en Italia>>.
((**It4.120**)) Aunque
no desagradaba a los jóvenes aprender cosas
ignoradas, otra curiosidad les preocupaba más a
aquella hora del mediodía. El paseo de la mañana,
el aire puro que se respiraba por aquellas sierras
alpinas, habían excitado en sus adentros esa
necesidad
1 No hemos logrado aclarar estos nombres, por
lo que los dejamos como en el original. (N. del
T.)
2 Abad comendaticio: es el que, por merced
papal, disfrutaba de ciertas rentas sobre una
abadía, sin regirla ni residir en ella. (N. del
T.)
3 Al pie de la letra significa <>. (N. del T.)
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